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Sociedad

Pueblos indígenas: Nosotros, solos, no podemos enfrentar al narcotráfico

En encuentro de defensores indígenas señalan que no están contra la erradicación de cocales efectuada por el Corah, pero cuestionan que no haya un plan posintervención. “Nos dejan como carnada del narcotráfico en una zona donde no hay presencia del Estado ni de la Policía Nacional”, protestan.

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Defensores ambientales y de derechos humanos de los pueblos indígenas amazónicos se reunieron en Pucallpa y en Lima. Foto: Aidesep

Defensores ambientales y de derechos humanos de los pueblos indígenas amazónicos se reunieron en Pucallpa y en Lima para tratar el avance del narcotráfico y la tala ilegal en sus territorios, situación a la que se están enfrentando solos y que pone en riesgo sus vidas.

“Aquí ha participado toda la estructura del movimiento indígena con las nuevas organizaciones regionales. Hemos abordado casos emblemáticos como la comunidad Flor de Ucayali, el caso de la selva central. Si no se aborda de raíz este problema, vamos a seguir teniendo líderes asesinados incrementando la estadística”, menciona el vicepresidente de Aidesep, Miguel Guimaraes

El dirigente del pueblo shipibo-konibo refiere que es muy difícil para las comunidades controlar esta situación con ausencia del Estado y de la Policía Nacional. Una muestra de la expansión de la actividad ilícita es la comunidad Flor de Ucayali, donde han deforestado más de 4.000 hectáreas de bosques.

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Los comuneros están por la agricultura como actividad sostenible, por eso tienen un acercamiento con Devida para ser apoyados en el desarrollo de cultivos alternativos y piscigranjas, que les permita garantizar la seguridad alimentaria.

“Nosotros siempre hemos pedido la intervención del Estado de manera multisectorial con Devida, el Ministerio de Justicia, la Fiscalía Ambiental, para armar un trabajo articulado con mejores resultados. No estamos en contra de la erradicación. Corah está presente en Flor de Ucayali hasta junio, pero qué va a pasar después de la intervención. No hay mayor planificación posintervención; entonces, nuevamente nos dejan como carnada del narcotráfico en una zona donde la presencia del Estado, de la Policía, no es visible”, cuestiona Miguel Guimaraes

“Nosotros siempre hemos pedido la intervención del Estado", afirma representante. Foto: Aidesep

El crecimiento de la oferta desde Perú

El encuentro de defensores ambientales indígenas también contó con la participación de Aura María Puyana, especialista colombiana en política antidrogas y desarrollo alternativo. Ella resaltó un hecho notorio: el crecimiento de la oferta de droga desde el Perú.

Perú había sido desplazado por Colombia y ahora Perú se convierte en competidor internacional de clorhidrato de cocaína. Entonces, van a haber dos grandes referentes a nivel mundial, eso es lo que yo estoy viendo en este momento”, declaró a La República.

También relató que, dado el fracaso de la guerra contra las drogas en su país, se está viendo la necesidad de replantear la política y las estrategias, “que lo único que han causado es la ruptura de la confianza entre el Estado y los cultivadores de coca, porque se golpea más al cultivador que a las mafias”.

Dijo que la realidad colombiana es muy distinta a la del Perú, ya que en Colombia hay 2 millones de indígenas de una población de 50 millones de personas, y que en la Amazonía tienen aproximadamente 110.000 indígenas.

Asimismo, los territorios donde hay avance de cultivos de coca son diferentes en ambos países. En Colombia han salido de la Amazonía hacia la costa del Pacífico. En Perú, la Amazonía sigue siendo un nicho.

“Lo que he podido detectar es que hay procesos inversos entre Colombia y Perú. En Colombia, el cultivo ha salido de la Amazonia, con excepción del Putumayo, donde aún es fuerte. En el resto de la Amazonía disminuyó dramáticamente el cultivo porque se ubicó en la costa del Pacífico y en la frontera con Venezuela; mientras que en el Perú se está desplazando hacia la Amazonía, afectando a pueblos indígenas en la frontera con Bolivia y Brasil”, comentó Aura María Puyana.

Foto: Aidesep

En cuanto a la estrategia de lucha contra las drogas, dijo que el Gobierno de Gustavo Petro está planteando la regulación del mercado de las drogas porque sería la única forma de desestimular ganancias y debilitar a las mafias. Pero eso depende de los acuerdos bilaterales con Estado Unidos y de reformas de las convenciones en Viena.

“De todas maneras, EE. UU. ha aceptado que se aumente la interdicción y se modere un poco la erradicación forzosa y se pase a formas de erradicación voluntaria. No acepta otras soluciones. Entonces, lo que va a pasar en Colombia es que va a aumentar la interdicción, ya está sucediendo: casi 670 toneladas de clorhidrato de cocaína se decomisaron el año pasado, pero la demanda es tan alta que se compensa los decomisos con mayor producción”, sostuvo Aura María Puyana.