En medio de la ciudad desértica de Lima hay lomas que conservan su verdor y albergan diversas especies de plantas y animales. Estos ecosistemas frágiles persisten pese a que sufren constantes invasiones por traficantes de terrenos que allí se asientan y amenazan a quienes intentan retirarlos, según reportes de la ciudadanía. Además de representar una amenaza para la biodiversidad, el establecimiento de casas en estas zonas no es recomendable por motivos de seguridad. La República se comunicó con el Instituto Nacional de Defensa Civil (Indeci) para mayor información al respecto.
"Las lomas son de alto riesgo, tanto por su formación geológica, es decir, el tipo de suelo que tienen, como por las condiciones de las quebradas que en temporadas de lluvias podrían activarse", indicó Indira Oroz, especialista en gestión de riesgos de desastres del Indeci. "Si bien algunas son consideradas quebradas secas, son parte de las cuencas del río Chillón, del río Rímac, del río Lurín, y pueden activarse y causar huaicos, afectando a las poblaciones asentadas allí", explicó
Las lomas de Mangomarca están ubicadas en San Juan de Lurigancho. Foto: Andina
A raíz de las últimas lluvias en Lima, no se han reportado deslizamientos en las lomas. Sin embargo, sí hay registros de huaicos durante fenómenos El Niño acontecidos en 1982 y 1998, según la especialista en riesgos y desastres, quien alerta de las actuales advertencias meteorológicas. "Tenemos que considerar que al siguiente año se pronostica que podría haber un fenómeno El Niño intenso, que podría tener el mismo escenario de los años anteriores", señaló.
Otra de las amenazas para las casas asentadas en las lomas es la humedad del lugar. "Aparte de los temas condicionantes de salud, porque la alta humedad afecta a problemas de salud en cuanto a asma, problemas respiratorios y también problemas dermatológicos; la humedad afecta al suelo. Como es arcilloso, se vuelve bastante denso y puede provocar que las lomas no sean seguras, sobre todo teniendo en cuenta que normalmente la población que suele ubicarse no tiene las infraestructuras correctas. Suelen ser viviendas precarias o con materiales prefabricados", detalló Oroz.
"El peso que está acostumbrado a soportar el suelo de las lomas es para animales y plantas, mayores estructuras generan un peligro", resaltó.
Por otro lado, cabe mencionar que existe la "Ley de reasentamiento poblacional" (Ley 29869), la cual determina que las personas que están ubicadas en zonas de condiciones no aptas pueden ser reubicadas para vivir en zonas más adecuadas.
En la imagen pueden apreciarse viviendas asentadas ilegalmente en la parte de arriba de las lomas. Foto: Trinidad Pérez
Es importante recordar que, sin considerar los peligros debido al tipo de suelo y la humedad, las lomas son ecosistemas de alto valor natural, e incluso varias son parte de un área de conservación regional por su importancia biológica. "Son casi 30.000 hectáreas que reúnen las lomas en los distritos donde están. Estos ecosistemas brindan una especie de pulmón a Lima Metropolitana", precisó la especialista de Indeci.
"Si bien no hay un ordenamiento territorial, los diversos factores del clima, el suelo, el relieve crean un microclima que permite que las lomas originen oxígeno puro que ayuda a la ciudad. Además, en temporada de bajas temperaturas, la flora de las lomas absorbe la humedad y la mitiga para quienes viven en zonas más abajo", destacó Oroz respecto al valor de las lomas para la población.