Las protestas que hasta el miércoles eran pacíficas en la región del Cusco, terminaron siendo violentas la tarde del 11 de enero de 2023. Policías y manifestantes se enfrentaron con el saldo de más de 40 heridos y un muerto.
La violencia llegó a la protesta, pese a que horas antes la Policía informaba a los manifestantes sobre un resguardo policial sin uso de armas. En respuesta, los marchantes afirmaban que venían pacíficamente. En la avenida 28 de Julio un grupo de protestantes provenientes de la provincia de Quispicanchis, quienes habían llegado a un acuerdo con la policía, intentaba llegar al aeropuerto Alejandro Velasco Astete y un contingente policial empezó a usar bombas lacrimógenas para replegarlos. En respuesta lanzaron piedras para evitar la represión.
La situación empeoró cuando los manifestantes insistían en avanzar por la misma ruta. Otro grupo de protestantes de provincias como La Convención y Calca llegaron a este punto para sumar refuerzos. Existen dos versiones del motivo por el que se originó el desorden, la primera es sostenida por los protestantes, quienes aseguran haber acordado con la Policía su paso con dirección al aeropuerto.
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La segunda es la que indican fuentes policiales, que de manera interna, afirman que hubo un primer ataque al personal policial por parte de la turba.
Según denuncia ciudadana, la policía había utilizado proyectiles y perdigones para dispersar a los manifestantes. La acusación fue confirmada por los hospitales de la ciudad que reportaron a más de 15 heridos de bala.