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Sociedad

SJL: sicario asesina a balazos a hombre que desayunaba con su familia en chicharronería

Según la División de Homicidios, Diego Alexander Silupu Hurtado de Mendoza (23) se habría dedicado a la extorsión y una banda rival ordenó eliminarlo por el control y la supremacía de ese delito en el distrito más poblado del Perú.

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Según los investigadores, Diego Hurtado de Mendoza se dedicaba a la extorsión y había sido amenazado de muerte por una banda criminal. Foto: La República

Entró despreocupado a un restaurante en San Juan de Lurigancho. Diego Alexander Silupú Hurtado de Mendoza (23) se ubicó en la segunda mesa del local junto a su conviviente y su pequeño hijo. Él tomó asiento, de espalda a la calle, y apenas empezó a degustar su plato favorito lo mataron de tres tiros en la cabeza.

“Me arrancaron la mitad de mi vida, ahora tendré que empezar de nuevo, sola, con mi bebé”. Con dolor y palabras de cariño Medaly recuerda a su pareja, que fue atacado por un sicario que actuó a cara descubierta, sin intimidarse por la presencia de otros comensales y empleados.

El asesinato quedó registrado por las cámaras de seguridad del restaurante Faby, situado en el cruce de la avenida Wiesse con la calle Los Antropólogos, en la urbanización Canto Rey. El video se ha convertido ahora en una pieza fundamental para identificar al asesino, que huyó en una moto lineal con otro cómplice.

Podría ser una muerte más entre todas las que se producen diariamente en Lima metropolitana, pero la particularidad es que el hombre fue asesinado por sicarios que actuaron a plena luz del día y delante de testigos.

¿Por qué lo mataron?

En la División de Homicidios aseguran que se trató a un crimen por encargo y que estaría ligado a un ajuste de cuentas. Según los investigadores, Diego Hurtado de Mendoza se dedicaba a la extorsión y había sido amenazado de muerte por una banda criminal que también se dedica a ese ‘negocio’.

Las bandas que extorsionan y cobran cupos en San Juan de Lurigancho se pelean entre ellos por la supremacía y el control de sus territorios.

La violencia actual es la peor que hubo desde que, 13 años atrás, empezara la ‘guerra’ entre estos grupos armados que encarnan la crisis responsable de una cuota de la inseguridad ciudadana.

Las matanzas se han convertido en algo tan común, tan previsible que los vecinos y las autoridades han ido quedando cada vez más anestesiados ante ellas.

La ola de crímenes en Lima metropolitana no tiene fin. De los 606 asesinatos cometidos hasta noviembre del año pasado, 500 fueron con armas de fuego y 320 por la modalidad de sicariato, según la División de Homicidios de la Dirincri.

En el Callao, solo en el primer semestre del 2022 se registraron 75 asesinatos por sicarios.

Entre los lugares con mayor incidencia de delitos reportados por el público en San Juan de Luriganch están las zonas de Bayóvar, Mangomarca, Huáscar, paradero Las Flores y el sector conocido como Concejo.