Para la mañana del 15 de noviembre, 25 incendios fueron reportados por la compañía de Bomberos de la región de Apurímac. Un total de 17 siniestros iniciaron el fin de semana en las provincias de Andahuaylas, Aymaraes, Abancay, Grau y Chincheros.
El reporte actual señala que seis se encuentran activos, dos vienen siendo monitoreados, siete fueron controlados (pero presentan focos de calor), uno se reactivó y uno fue controlado o extinguido.
El fuego en el distrito de Pacobamba – Andahuaylas continúa arrasando todo a su paso, por lo que Bomberos y población se dirigieron desde tempranas horas a sofocar las llamas antes que estas lleguen al bosque nativo de Chinchay, albergue de osos de anteojos, especie en peligro de extinción.
En el distrito de Chincheros, los incendios afectaron la producción del palto en el Valle de Pampas en Ahuayno, además de haberse registrado la muerte de animales domésticos y silvestres. Las autoridades manejan la hipótesis de un posible origen por quema de cultivos para la siembra.
En este sentido, el Gobierno central y principales instituciones gubernamentales de medio ambiente del Perú aún no hacen presencia en estos sectores; una de las razones, según la población, se debe a la acción tardía del Gobierno Regional de Apurímac, que para hoy solicitó que se declare a la región en estado de emergencia.
Mientras tanto, en la región del Cusco, cinco recientes incendios en la provincia de La Convención, Chumbivilcas, Quispicanchis, Anta y Canchis dejaron dos fallecidos y más de un centenar de animales y plantas silvestres afectadas.
En la comunidad de Huantura, distrito de Combapata – Canchis, un incendio registrado el lunes 14 de noviembre dejó muerto a Juan Huanca Champi, un adulto mayor de 76 años que fue alcanzado por el fuego mientras pastoreaba junto a su mascota.
Otra víctima dejó un incendio registrado el domingo 13 de noviembre en el distrito de Inkawasi en La Convención. Esta vez, un joven de 22 años falleció tras ser alcanzado por el fuego que él mismo inició para ampliar su terreno de cultivo.
En Lucre–Quispicanchis, el incendio fue controlado la tarde del lunes, al igual que en Huarocondo–Anta. En ambos sectores no se registró fallecidos ni heridos, pero sí grandes pérdidas en cultivos.
Sin embargo, en la provincia de Chumbivilcas hubo un incendio de grandes magnitudes, que se llevó a su paso un centenar de vicuñas de un centro de reserva. Existe el riesgo de reactivarse por la presencia de focos de calor y la ausencia de lluvias.
Según el ingenierp Roberto Vidal Abarca León, director de la Oficina Regional de Gestión del Riesgo de Desastres y Seguridad del Cusco, son 460 incendios forestales los registrados durante el 2022, más de 55.000 hectáreas siniestradas por el fuego y cinco personas fallecidas.
Para el director, las condiciones climáticas favorecen a que los incendios se activen, porque la falta de lluvias propicia un escenario de vegetación seca, vehículo perfecto para la expansión del fuego. Desde Senamhi se advirtió que la ausencia de lluvias se debe al fenómeno de La Niña, por lo que la escasez pluvial podría continuar hasta fin de año. Sin embargo, no se descarta que a finales de noviembre las lluvias aumenten en el Cusco, puesto que ha bajado la temperatura.