José Luis Arce Añazco, de 56 años, se encuentra internado desde hace siete meses en el Hospital Edgardo Rebagliati Martins tras sufrir de cardiopatía, una enfermedad del músculo cardíaco que provoca el adelgazamiento y estiramiento de las cavidades. Ahora está a la espera de un desfribilador automático implantable para que pueda regresar a casa con su familia.
En el 2021, el hombre estuvo internado de octubre hasta diciembre, luego lo dieron de alta para que pase las fiestas navideñas con sus parientes. Sin embargo, los doctores le precisaron que debía regresar al siguiente mes para tratar su enfermedad.
El 6 de enero del 2022, José retornó al hospital Edgardo Rebagliati para que le colocaran un resincronizador cardíaco, que consiste en implantar un marcapasos especial en el pecho para hacer que los ventrículos se contraigan al mismo tiempo.
Pero, lamentablemente, su cuerpo no reaccionó bien y entró en coma por casi una semana y media. Tras ello, el paciente despertó desorientado y los médicos le informaron que necesitaba un desfribilador automático implantable (DAI) a fin de que pudiera vivir fuera del nosocomio.
“Después de la operación del marcapaso me dio cinco paros cardiacos y luego entré en coma. Cuando desperté perdí la memoria, pensaba que mi mamá seguía viva, cuando ella falleció hace seis años. Tuvo que pasar varias semanas para recobrar la cordura”, señaló José Luis Arce Añazco al diario La República.
José lleva más de seis meses internado en el Hospital Rebagliati en la espera de un desfribilizador.
Los médicos le indicaron que necesitaba un aparato especial para que pueda regresar a su vivienda, motivo por el que se quedó internado en el lugar. Asimismo, le informaron que el instrumento llegaría en dos meses; es decir, en abril de este año.
“Me dijeron que necesitaba la máquina DAI para que, cuando se me pare el corazón, mande pulsos eléctricos para revivirme y no morir. Si a mí me dan de alta, me podría dar un paro cardiaco y no podré llegar a tiempo al hospital”, contó.
A dos meses de espera, los especialistas argumentaron que debía aguardar un mes más y así sucesivamente. Hasta ahora no le dan respuestas de la llegada del artefacto.
Andrea Arce Navarro, hija del afectado, expuso: “Desde que mi padre entró al nosocomio no ha vuelto a salir. Los doctores me dijeron que si lo daban de alta a mi papá en esa condición, no habría nadie quien lo reviviera en mi casa. Yo les reclamé que ya son varias semanas y meses que este aparato no ha llegado. Este DAI cuesta casi 70.000 soles, un dinero que yo no puedo pagar. Si no, ya lo tendría a mi padre a mi lado”.
José se perdió el cumpleaños y la graduación de su hija por estar internado en el hospital Rebagliati.
“Él está bien deprimido porque se ha perdido mi cumpleaños y mi graduación. Su única distracción era su celular, pero le robaron dentro del lugar”, detalló.
José pide al Hospital Edgardo Rebagliati Martins que le den una respuesta sobre la llegada del desfribilador automático implantable a fin de volver a casa con sus seres queridos y poder tener una mejor calidad de vida.
El hospital Regliati informó sobre la salud del paciente y por qué todavía no se ha logrado la compra del desfibrilador que necesita Arce. El nosocomio asegura que pronto tendrá el aparato médico que mejore la calidad de vida del paciente.
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