Asesinatos, torturas y amenazas. Todo esto puede pasar en el mundo de la banca informal. Se habla muy poco del tema, pero los préstamos ‘gota a gota’ continúan abundando en el país y su supervivencia se debe a que incautos siguen cayendo en esta estafa que promete facilidades y rapidez.
Hace un par de semanas, en San Juan de Miraflores (SJM), delincuentes quemaron tres mototaxis que estaban estacionadas en los exteriores de una vivienda. En un inicio, se presumía que era producto de un asalto frustrado; sin embargo, luego salió a la luz la verdadera razón: amenazas de extorsionadores.
Se conoció que las personas que vivían ahí habían accedido a un préstamo informal de 5.000 soles. Al principio, los pagos se habían cumplido al pie de la letra; no obstante, estos luego se retrasaron y, ante esto, los hampones recurrieron a la fuerza.
Al respecto, Jorge Carrillo Acosta, profesor de Pacífico Business School, recalcó que esta es una forma riesgosa de obtener dinero rápido, ya que, de no cumplir con los depósitos diarios, los delincuentes no van a dudar en delinquir.
“Son personas o empresas que no están constituidas en el Perú, por lo que no tienen autorización para prestar dinero. Ellos te ofrecen plata de manera muy sencilla, muy simple”, explicó el experto a este diario.
Esta red de delincuentes está enquistada en todo el país y tiene como objetivo engañar a personas con pequeños negocios, mototaxistas y trabajadores de centros de abastos. También buscan a los que no conocen el sistema financiero o están tachados de ellos.
La modalidad para captar a estos ciudadanos ha cambiado con el pasar de los años; por ejemplo, ahora lo hacen mediante mensajes de texto o tarjetas que están regadas en la calle. En estas últimas se puede leer un tentador mensaje: “Señor comerciante, le solucionamos sus problemas de dinero ‘al toque’. Forma de pago fácil y sencillo”.
Tarjeta de prestamistas. Foto: captura de Domingo al día.
A todos ellos les ofrecen grandes cantidades de plata con una simple copia de DNI, recibo de luz o agua de su vivienda y el contrato de arrendamiento de algún local. En muchos casos, este último punto no es necesario.
Para asegurarse de los pagos, los extorsionadores se acercan personalmente a la vivienda de su víctima. Ahí, advierten que llegarán todos los días a la misma hora para recoger los pagos diarios que, sumando en total, salen mucho más caros que pedir un préstamo en el banco.
Por ejemplo, estos hampones te dan una tasa de interés del 20% por 24 días, cuando la tasa efectiva anual en los bancos es en promedio del 30%, como en BCP, Interbank, Falabella y Santander. Siguiendo esta premisa, quiere decir que si una persona pide un préstamo informal de 5.000 soles, lo que deberá pagar diario es de 250.
En el caso de que el cliente no cumpla con este pacto, los malhechores iniciarán las amenazas e, incluso, pueden llegar hasta a asesinar a la persona. Una de las víctimas de estos sujetos reveló que lo secuestraron y torturaron por horas en Ica.
Si un ciudadano ya está sumergido en un préstamo ‘gota a gota’, lo ideal es que lo pague cuanto antes. Para esto, podría pedir un préstamo a una tasa razonable en un banco formal y así cancelar la primera deuda.
Otra opción es recurrir a un apoyo familiar o vender algo de valor que ayude a subsanar este préstamo usurero.
“Se debe salir lo más antes posible. Lo más adecuado es acceder al sistema financiero formal. Ahora la tecnología crediticia ha aumentado tanto que mucha gente puede acceder”, comentó Jorge Carrillo Acosta.
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Finalmente, el especialista instó a la ciudadanía a llevar un buen presupuesto personal a fin de que no se vean en la necesidad de acceder a estos préstamos que podrían terminar en muertes.