Alejandra Mora, jurista, investigadora feminista y Secretaria Ejecutiva de la Comisión Interamericana de la Mujer de la Organización de Estados Americanos (OEA) desde 2019, llegó a Lima esta semana para emprender una serie de reuniones que abordan las problemáticas por razones de género que existen en nuestro país.
La representante internacional aprovechó su visita para difundir la Ley Modelo Interamericana de Cuidados que busca atender el impacto de la economía del cuidado en las mujeres, pero, en específico, Mora respondió al llamado de Diana Milaslovic, titular del MIMP, sobre el intento de cambio de nombre del Ministerio de la Mujer a Ministerio de la Familia propuesta por el congresista de Perú Libre Américo Gonza. La República conversó con la comisionada para recoger sus opiniones sobre estos dos puntos.
Alejandra Mora Mora en evento de capacitación a mujeres candidatas a Elecciones Regionales y Municipales. Foto: @AlejandraMora/Twitter
1. Sabemos que desde la OEA están presentando esta ley modelo de cuidados, pero antes me gustaría preguntarle ¿Qué es la economía del cuidado?
Cuidado es lo que hemos hecho las mujeres históricamente y que ha sido subvalorado, ya que lo asociado a lo femenino es asociado al trabajo no remunerado. En este contexto, particularmente con el COVID significo un aumento en el cuidado por parte de las mujeres (a adultos mayores y niños en clases virtuales). Antes de la pandemia eran 45 horas semanal, pero con este aumento ha habido un impacto en la vida de las mujeres y ya no hay forma de extender esto.
La CEDAW (Convención sobre la Eliminación de Todas las Formas de Discriminación contra las Mujeres) dice que para la eliminación de todas las formas de discriminación contra la mujer, primero, debe haber la corresponsabilidad con los hombres, porque no es asunto de las mujeres. Pero el actor más importante es el Estado, ya que no puede seguir ignorando que hay una necesidad, pero también un derecho a las personas de ser cuidadas (niños, adultos mayores y discapacitados).
Entonces, con la economía del cuidado es un concepto que viene a reivindicar el trabajo no remunerado que hemos hecho las mujeres, ya que este implica una inversión del tiempo que se puede medir mediante encuestas. Cuando vemos los datos y comparamos con dinero, este aspecto representa el 20% del PBI.
Lo siguiente es que hay que llevar esto al mercado de lo público, y (quienes lo ejerzan) pueden recibir un salario y con esto se movería a la economía. Entonces tendrías economías donde las mujeres, que no cuentan con trabajo, se les puede atribuir esto, porque están estancadas.
2. ¿Cómo afecta la invisibilización del trabajo de cuidado a las mujeres?
A las mujeres que hacen trabajo en casa no se les reconoce (monetariamente) y luego cuando llegan a la vida adulta no tienen nada. Cuando usted tiene una situación económica como la del Perú, usted tiene que mover a la gente que trabaje y así como están las cosas, las mujeres son las afectadas. Muchas fueron expulsadas de sus lugares de servicio, de hecho se habla de más de 15 millones de trabajadoras domésticas expulsadas de sus hogares, por ello hay que crear estrategias para reinsertarlas en varios niveles.
Uno es el plano privado, las empresas tienen una responsabilidad también y que tienen que preguntarse si sus trabajadoras tienen los cuidados resueltos. Muchas de las grandes mujeres que están tomando grandes decisiones en las empresas, según una encuesta que hizo McKynzie, más de 2 de cada 6 están pensando en quedarse en su casa para seguir cuidando. No solo es que no pueden entrar, sino que las que están dentro piensan en salir.
3. Y, ¿de qué forma la economía del cuidado mueve a la economía mundial? Algunos pueden creer que esto le costaría mucho dinero al Gobierno.
La fórmula es hacer alianzas público-privadas para crear centros donde se hagan cuidados públicos. Cuando me preguntas si es caro — bueno en lo privado tendrá que asumirse — si hablamos del mundo de lo público, el Estado tiene que encargarse por ser un derecho, y prioritariamente, para las clases más empobrecidas.
Está sucediendo en Uruguay y Costa Rica, donde el Estado está creando una plataforma de cuidados, que permite a las personas que puedan salir a trabajar, dejar, recoger a sus niños (de un centro). Esto hace que se incremente la cantidad de personas que no trabajaban porque cuidaban y se genera una dinámica distinta.
Cuando hablamos de que esto “va a gastar plata”, pero usted no es un gasto, usted es una inversión. Cuando el estado lo vea desde esta perspectiva y de como tiene un retorno inmediato para que estas mujeres puedan reinsertarse laboralmente.
4. ¿Y qué tanto beneficiaria esto a la sociedad?
Tenemos que ver que el cuidado es lo que posibilita el mundo. Si no cuidáramos ni lo económico, social, cultural se podría sostener.
Es importante lo que estamos hablando, porque es redimensionar cuidado y darle una visibilidad e importancia, que no ha tenido históricamente, y que las mujeres nos hemos comida solas. Si usted se pone a medir la pobreza con el indicador de “no trabaja porque cuidada” se da cuenta de que el 99% son mujeres, está clarísimo. Estamos condenando a las mujeres a pobreza y es absolutamente discriminatorio.
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5. Justo con esta ley modelo están proponiendo revertir esto ¿Qué modelos puede resaltar de esta propuesta?
El primer capituló reivindica el trabajo no remunerado, porque cuando solo reconoces el trabajo como bienes y servicios, dejas fuera el trabajo de cuidado. Lo que decimos es que el concepto de trabajo debe cambiarse, no decimos que se deba remunerar ahora, sino que se reconozca. Cuando hacemos esto se puede reconocer pensión (de jubilación) a las mujeres porque han generado ayuda y soporte a una sociedad.
Lo otro es que no es una dádiva, es un derecho. Con esto establecemos el derecho a las personas a ser cuidadas, pero además establecemos el derecho a las cuidadoras a cuidarse.
Luego ponemos que el Estado es el responsable de este proceso y debe generar dinero para esta infraestructura y mecanismo de cuidados. Por ejemplo, Uruguay tiene un mecanismo de pagar cuidadores para que vayan a las casas.
Finalmente, señalamos que se debe tener una gobernanza. No se puede tener una institución que haga una cosa por ahí y otra por allá, porque hay una relación entre las personas que necesitan cuidado. Hemos tomado referencialmente de Uruguay y Costa Rica, de como se toman las decisiones y quienes lo hacen, esto incluye también a las empresas privadas.
6. En el Perú tenemos algunos de estos espacios como los llamados “Wawa Wasi”, pero nos falta mucho. ¿Usted lo ve como un país que podría generar este sistema de cuidados?
La posibilidad de generar de todos los países está en la voluntad política e intención, y un país que no está entiendo estos tiempos va a seguir postergando estas decisiones.
Ojalá que el Perú — que tiene algunos temas aislados y resueltos, aunque no tiene todos los eslabones conectados — pueda ir migrando. Me parece que hay un interés por parte de la Ministra de la Mujer, Diana, para atender estas cosas y debe contar con soporte económico.
7. Y hablando de la Ministra ¿Ha conversado con ella sobre el proyecto de ley que pretende cambiar de nombre al Ministerio de la Mujer por Ministerio de la Familia?
Bueno, ella es parte de la delegación de la Comisión Interamericana de Mujeres y no podía dejar de venir sin conversar con ella, y la preocupación particular era sobre un proyecto de ley en que se transformaba el Ministerio de la Mujer en Ministerio de la Familia y acá hemos sido absolutamente claras.
El mundo de los derechos hizo una división a base de las especificidades. No es lo mismo ser una mujer que un hombre y por eso requiere una atención diferencia. Hemos recogido datos y en todos ellos hay brechas, y cuanto tienes esta magnitud de datos de la región requieres acciones específicas a las necesidades de las mujeres
No todos los países tienen el rango de Ministerio sobre el problema de las mujeres. Acá lo tienen y se toma como un modelo a seguir. No puede ser posible ahora que quieran retroceder.
La familia es una institución, la más importante de la sociedad, pero la tutela a esto se hace hacia las especificidades de la familia, porque es muy importante que se atienda con estrategias.
8. En caso el proyecto de ley proceda, ¿el derecho internacional puede hacer algo al respecto?
Yo en particular he hecho manifestaciones escritas y algunos videos para que tengan en cuenta que la Organización de los Estados Americanos no está de acuerdo.
9. ¿Entonces se estaría yendo en contra de las declaraciones internacionales?
Si, las declaraciones internacionales de la Comisión de Mujeres establece como necesidad fortalecer los mecanismos y no afectarlos. Es un incumplimiento al mandato que establece la comisión de más alto nivel que tiene de la Comisión Interamericana de Mujeres, que es la Comisión de Delegadas.
Con 111 votos, Junta de Portavoces amplía agenda del Pleno del Congreso para debatir el cambio de nombre del Ministerio de la Mujer por el Ministerio de la Familia.
Las bancadas que apoyaron este acuerdo fueron Fuerza Popular, Perú Libre, Acción Popular, Avanza País, Bloque Magisterial, Renovación Popular, Perú Democrático, Somos Perú, Perú Bicentenario, Podemos Perú y Juntos por el Perú; sin embargo, la portavoz de JP, Isabel Cortes, envió una carta quitando su voto.
Foto: Política LR