El último miércoles 18 de mayo, agentes del área de Delitos contra la Libertad y Búsqueda de Personas Desaparecidas de la División de Investigación Criminal (Divincri) rescataron a una mujer de nacionalidad chilena, quien estuvo secuestrada por 4 años.
Según el diario Correo, los agentes, acompañados por personal del Misterio Público, tenían información sobre este caso, ya que una vecina se percató de la presencia de sangre en el lugar y procedió con la denuncia. Por tal motivo, llegaron hasta la vivienda ubicada en la calle Las Casuarinas, en Chiclayo.
En dicho lugar, realizaron el allanamiento y descerraje de la propiedad de Julio Juan Armas Alcalde y su hijo Giorgio Stefano Armas Gabrieli.
En una de las habitaciones del inmueble encontraron encerradas a Viera Rivera (42), esposa de Armas Gabrieli, y a su hija de 2 años de edad.
La víctima le indicó a las autoridades que se encuentra en cautiverio desde diciembre del 2018, cuando intentó regresar a Chile. Asimismo, narró que hasta el padre de su aún esposo le había agredido.
“Conocí a mi esposo por Facebook, por ello viajé a Perú. Al vivir en casa de mis suegros, me insultaban de la peor manera, pese a que estaba embarazada. Incluso mi suegro me golpeó al descubrir que hablaba con mi hermana pidiéndole ayuda para que me rescaten”.
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Viera se mostró muy preocupada por el desarrollo de su menor, quien también era obligada a permanecer en el inmueble.
“La comida me la daban por la puerta y luego me encerraban, pues todo el día me tenían vigilada. Mi hija no habla, no interactúa con otros niños porque no hemos salido a la calle, mi hermana desde Chile hizo una denuncia, pero me obligaron a mentir y la denuncia se archivó”, dijo.
Violeta, tía de Viera, comentó a un medio chileno que cada vez que quería hablar con su sobrina, el esposo se encontraba presente.
“Cuando ella hablaba conmigo, él estaba presente. La niña nunca pudo decirme lo que estaba pasando. Una vez se comunicó conmigo y me dijo: ‘Tía, aquí me tratan muy mal, muy mal. Son unas personas muy malas conmigo’ (...) Yo le dije: ‘Hija, tome a la niña y véngase a Chile. Usted no tiene por qué estar pasando esa maldad tan grande’”, dijo al programa Contigo en la mañana.
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Si eres o conoces a alguien que ha sido afectada o involucrada en hechos de violencia familiar o sexual, comunícate de manera gratuita a la Línea 100 del Ministerio de la Mujer y Poblaciones Vulnerables, que cuenta con un equipo especializado en “brindar información, orientación y soporte emocional”.
Además, la Línea 100 tiene la facultad de derivar los casos de violencia familiar o sexual más graves a los Centros de Emergencia Mujer o al Servicio de Atención Urgente. Este servicio atiende las 24 horas, todos los días del año (incluye feriados).