Una familia acudió al club campestre Casa Blanca, en Canta, para pasar un día de campo y disfrutar de la naturaleza; sin embargo, todo terminó en tragedia. Dos de los integrantes perdieron la vida en sus intentos por salvar a dos menores, quienes habían ingresado a la parte más profunda de la piscina.
Se trata de un adulto mayor y su hijo, padre de las niñas, quienes asistieron el último martes al establecimiento ubicado en el kilómetro 64 de la carretera Canta. Todo transcurría de manera normal hasta que las infantes empezaron a ahogarse, por lo que su progenitor no dudó en ingresar al agua para ayudarlas.
“Mi esposo corrió a socorrerlas sin saber que la profundidad estaba honda, él pensaba que podía pararse. Ha rescatado a mi hijita mayor, mientras que la menor estaba tragando agua. Yo también me metí desesperada a sacarla. No sé en qué momento mi suegro (el otro fallecido) también entró”, contó Sofía, esposa y nuera de los fallecidos, en diálogo con Latina.
Las pequeñas lograron salvarse, mientras Sofía intentaba sacar a su esposo, pedía ayuda a los encargados del establecimiento, pero nadie acudió a su llamado. “Lo he jalado a mi esposo hasta la orilla, esos señores no me ayudaron”, relató.
Las víctimas fueron identificadas como Ángelo Quiñones Reynoso, de 34 años, y Ángel Reynoso Quito, de 71. La familia pide que el club campestre se pronuncie ante la situación y asuma responsabilidades.
Ángelo deja en la orfandad a dos menores de 7 y 10 años. La madre sostendrá sola el negocio de venta de hamburguesas que tenía junto a su esposo.