En la sala de operaciones de un hospital, Liliana Jarana (67) se convirtió en madre cuando tenía 24 años. En ese mismo lugar ha ayudado a miles de mujeres a recibir este milagro. Hoy trabaja en el área administrativa del hospital Almenara de , pero antes dedicó 35 años de su vida profesional como obstetra a traer decenas de niños al mundo.
Liliana tiene dos hijas: Melissa (43) y Conny (34), quienes son su fortaleza y la razón de su vida. Para ella, ser madre es una labor diaria que requiere de esfuerzo y mucho cariño. “La mujer que trae un bebé al mundo es la expresión máxima de amor porque nunca deja de ser madre”.
Día de la madre
Ese sentimiento es compartido por la enfermera Humberta Quispe (60) y la médica Juliet Pérez. La primera, quien trabaja en el centro de salud Horacio Zevallos de Ate, es madre de tres hijos: Jorge, Jenny y Karen. Todos ellos profesionales.
Ella califica como una fortuna la posibilidad de ver los logros de sus hijos, situación que marca una diferencia con su vida pues ella perdió a su madre a los 8 años producto de una enfermedad terminal. “Con todo lo que yo sufrí, yo no permití que mis hijos pasaran lo mismo”, cuenta emocionada.
Al igual que Humberta, la emergencióloga Juliet Pérez debe repartir su tiempo entre la sala de UCI del Hospital de Villa El Salvador y el cuidado de sus hijos de 10 y 9 meses de edad. “Yo llego a mi casa y es una guardia más”, describe. Y agrega que a pesar de lo difícil que es ser profesional de salud -debido a las largas jornadas- es importante continuar con los sueños de mujer.
Día de la madre
Nancy Talledo (45) jefa de la Compañía de Bomberos de La Punta 34, tiene a Renato (20) y Grecia (18), sus hijos, como su principal apoyo. A pesar de que ya son mayores, para ella, su labor no termina. “La mamá cumple un rol muy importante en la vida de sus hijos”, señala.
Ahora dice comprender a su mamá, pues nunca imaginó el amor desmesurado que una progenitora puede tener por un hijo. Sabe que el tiempo es efímero y que con el transcurrir de los años ellos crecen y se van. Por ello aconseja disfrutar cada momento de la vida.
Su labor como madre es algo en común que tiene con Luz Marina Rodríguez, progenitora de tres hijos y maestra de 30 niños. Ella dicta clases de reforzamiento en el AH 30 de Octubre, en Villa María del Triunfo. Para ella, sus hijos son el amor de su vida. “Es inexplicable el sentimiento que uno tiene por ellos”, dice. Actualmente, tras conocer su caso, le ofrecieron una beca para estudiar docencia, carrera que desea culminar para brindarles un futuro a sus hijos y sean “profesionales llenos de valores”.
Otro caso de amor incondicional es el de Caridad Rengifo, quien vio nacer a su hijo mientras ella estaba en prisión. Tuvo que despedirse de él cuando cumplió tres años. “Fue muy duro separarme de él”, cuenta desde el taller de manualidades.
Caridad lleva doce años en el Centro Penitenciario de Mujeres de Chorrillos y trabaja bordando peluches para solventar sus gastos y demostrar un cambio. Sueña con tener su propio negocio. Ahora cuenta las horas para celebrar el Día de la Madre junto a sus tres hijos.
Día de la madre
En 2021, un día después del Día de la Madre, Martha Molina (54) fue diagnosticada con cáncer de ovarios en tercer grado. En la misma celebración, no pudo compartir junto a su familia por los dolores intensos que esta enfermedad le generaba. “Cuando te dicen que tienes cáncer, automáticamente piensas en muerte”, comenta.
Un año después, sus hijas Giorgina (25) y Osmari (34) luchan con ella para superar la enfermedad que Martha espera nunca las ataque. “Yo prefería mil veces estar pasando este trance fuerte y no ellas”, dice.
Estas historias muestran el amor incondicional de las madres hacia sus hijos y de la sacrificada labor que realizan para criarlos y seguir cumpliendo sus sueños. Benditas sean.