A pocos minutos de las 3.00 p. m. del 21 de abril, Paul César Utia Cubillas (38) fue acribillado en la cuadra 6 del jirón García Calderón, ubicado en el Callao. De acuerdo a la información brindada por las autoridades, la víctima había recibido una llamada telefónica y fue citado en el lugar de los hechos, donde, según relatan los testigos, recibió hasta un total de cuatro disparos por parte de un sujeto de identidad desconocida.
Según la versión del coronel PNP David Carranza, jefe del Divincri Callao, el fallecido presentaba un total de siete orificios de bala en el cuerpo. No obstante, las pericias posteriores determinarán los detalles de lo sucedido.
Asimismo, por las características del hecho, no se descarta un ajuste de cuentas, como la motivación principal de los autores materiales. Ante el panorama, la Policía Nacional del Perú ha mantenido cautela con relación a este aspecto.
En cercanías del lugar del crimen, efectivos policiales realizaron la captura de dos sospechosos de haber cometido el asesinato. Una de ellas, afirman las autoridades, portaba un arma de fuego. La investigación posterior determinará si efectivamente los intervenidos tuvieron implicancia en en el suceso.
En presencia de la fiscal de turno, los peritos de criminalística del Ministerio Público examinaron el cuerpo del fallecido y la escena del crimen, a fin de recopilar evidencia que pudiera servir para la resolución del caso y se pueda asignar responsabilidades a los autores materiales e intelectuales del hecho de sangre.
Por otro lado, se supo que Utia Cubillas tenía antecedentes penales por robo agravado por lo cual había pasado 10 años en prisión en un penal del puerto chalaco. La zona donde se cometió el crimen no posee cámaras de seguridad, por lo que la investigación se orientará a los sospechosos detenidos, bajo la posibilidades de obtener información valiosa que permita esclarecer el asesinato.