A pesar de que el presidente Pedro Castillo anunció que dejó sin efecto el toque de queda decretado el último lunes 4 de abril cerca de la medianoche, las manifestaciones en el centro de la capital continúan. Por ello, la Defensoría del Pueblo, a través de un comunicado en sus redes sociales, pidió a la Policía Nacional del Perú (PNP) utilizar de forma mesurada el gas lacrimógeno para salvaguardar a la ciudadanía.
“Pedimos a la Policía Nacional del Perú hacer uso racional y estrictamente necesario del gas lacrimógeno, para evitar afectación a la salud de las personas que se movilizan”, señaló la institución.
En tal sentido, el caos no cesa: grupos de protestantes siguen enfrentándose violentamente a las autoridades del orden con el objetivo de llegar al Congreso de la República, Palacio de Gobierno y otras sedes públicas para exigir la salida del jefe de Estado.
Los actos vandálicos de los protestantes en contra de agentes de la PNP se tornan cada vez más álgidos en la avenida Abancay. Frente a esta situación, los uniformados han empezado a lanzar bombas lacrimógenas para frenar a la turba y, por su parte, los manifestantes están recurriendo a las botellas con arena y piedras.
En otro momento, se pudo observar cómo un gran grupo incendió un contenedor de basura y lo lanzó contra las fuerzas del orden, quienes solo pudieron cubrirse con sus implementos.