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Sociedad

Los sobrevivientes de un naufragio que buscan justicia

Historia de vida. Tres pescadores ileños pasaron cuatro noches en el agua, sin alimento y a la espera de un milagro. Un barco extranjero los chocó y causó la muerte de sus tres compañeros. Piden al Gobierno apoyarlos en el proceso judicial contra la embarcación que los chocó.

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Historia de lucha. Pescadores naufragaron tres días. Hicieron de todo para sobrevivir. Foto: La República

Las piernas vendadas de Oswaldo Samuel Vargas Santos (34) dejan ver como una primera capa de su piel se ha desprendido producto de las quemaduras que sufrió al permanecer 4 noches y tres días en el agua. Él y sus compañeros Willy Curo Guevara (48) y Jhony García Terrazas (38) son sobrevivientes del naufragio ocurrido la noche del domingo 13, a 35 millas de la costa de Ilo.

Los tres compañeros, y los desaparecidos Carlos Bryan Terrazas (29), Oswaldo Coaricona Ccama (52) y Edinson Darwin Alberca Carrasco (42), llevaban tres años trabajando juntos en el bolichito “Don Diego I”. Los sobrevivientes afirman que fueron chocados por una nave mercantil, la cual los abandonó sin brindarles ayuda.

Los pescadores dormían cuando sintieron el impacto. Willy Curo, patrón de la embarcación, recuerda que despertó ya en el agua e ingresó a rescatar a Jhony de la cabina. En segundos la embarcación estaba volteada, los tres hombres se sujetaron de una soga cuando oyeron los gritos de sus compañeros.

Eran Darwin y Brian. Nos decían ¡Ayuda! ¡Sáquennos!, pero era imposible bajar. No había cómo hacerlo, entonces poco a poco sus voces se fueron apagando. Fue desesperante, triste. Fue muy triste estar ahí”, dice Willy.

Jhony es hermano de Brian y amigo de la infancia de Darwin. Crecieron juntos en el barrio de Alto Ilo y se dedicaron al mismo oficio desde jóvenes. “Perdí a mi hermano y a mi amigo en un momento. Mi hermano deja a una niña, mi sobrina. Todos somos padres y tenemos familias”, relata con dolor Jhony.

Durante los días que permanecieron en el agua, vieron algunas embarcaciones pasar a dos o una milla de distancia, pero por más que gritaron no fueron oídos. Willy cuenta que el sol, los golpes de las olas, el hambre y el frío, poco a poco, iban minando la fe de sus compañeros de ser rescatados.

“Cuando yo notaba eso, les decía que Dios por algo nos ayudó a vivir. Les decía que los tres tenemos que volver, nos abrazábamos. Yo tomé mis orines para vivir”, relata el mayor de los sobrevivientes.

La noche del 16, la embarcación arequipeña “Libertad” encontró a los pescadores a 73 millas del Puerto de Matarani (Arequipa).

Tenían quemaduras, deshidratación severa, hematomas y daño en la visión.

Piden justicia

Oswaldo Samuel no puede dormir desde el día de su rescate. Reconoce que además del daño físico, sufrió un daño psicológico. No sufre pesadillas, pero despierta abruptamente en las noches con una sensación de ahogo. Su futuro laboral es incierto y su motivo para recuperarse son su esposa y dos hijos, una niña de 13 y otro de seis años.

Él llegó a ver la embarcación que los chocó y dice con certeza que los tripulantes del barco también deben haber sentido el impacto. Los pescadores presentaron una denuncia ante las autoridades marítimas contra esa nave, identificada con el nombre de “Corage” de origen portugués. Por ahora, la embarcación está retenida en Chile tras hallarse huellas de impacto en su casco.

“Queremos justicia, que asuman su responsabilidad, porque la vida de nuestros compañeros nunca volverán, pero hay familias, hijos, madres, que dependían de ellos. Necesitamos que el Gobierno nos apoye en nuestra demanda, que este caso no quede en el olvido”, dice Oswaldo Samuel.

La madre de Darwin, Tereza Carrazco, agradece con lágrimas a los sobrevivientes por retornar, pues sin ellos no se conocería lo que pasó a su hijo y viviría en la eterna incertidumbre. Reconoce que la Capitanía de Ilo ha salido en búsqueda de los cuerpos, pero no ha sido suficiente.

La madre de Bryan, Lucía Terrazas Mamani, tuvo que escuchar de su hijo Jhony lo que ocurrió con Brian, agradecer a Dios por su retorno y llorar por su hijo. Acude con frecuencia a la Capitanía del Puerto buscando información.

Susana Paranco Chura, esposa de Oswaldo Paricona (dueño de “Diego 1″), cuenta que además de la pérdida de su esposo, ella y sus dos hijos perdieron su único sustento de vida. Recuerda que el día en que los sobrevivientes llegaron a Ilo, numerosas autoridades políticas ofrecieron ayuda, pero solo fueron palabras.

Apoyo. Familiares piden buscar cuerpos de desaparecidos. Foto: La República

Willy, Jhony y Oswaldo Samuel; también esperan justicia, en memoria de sus compañeros y en defensa del pescador peruano. “Los pescadores salimos sin saber cuándo vamos a regresar. Algunos no regresan y nunca se sabe qué pasó con ellos. Nosotros sobrevivimos para contar lo que ocurrió y para que se haga justicia”, afirma el pescador Willy.