Sebastián Rivadeneyra León es un joven con discapacidad visual que ahora siente que su futuro es más prometedor luego de haber culminado con éxito la capacitación del proyecto HOPE - Programa de Oportunidades Laborales para jóvenes, que abordó las áreas de habilidades socioemocionales para la empleabilidad, competencias y ciudadanía digitales y dominio del inglés básico.
Este orgulloso egresado siente que la vida le ha dado una gran oportunidad para demostrar su potencial y fortalezas.
“Hemos llevado cursos de diseño y edición pero el que más me gustó fue el de inglés porque nos han enseñado a hablar ese idioma que me ayudará a comunicarme con personas del extranjero y desenvolverme mejor en el ámbito laboral. Agradezco a Prisma y a la Embajada de Estados Unidos en Perú por habernos dado la oportunidad porque nosotros queremos trabajar”, destacó Sebastián.
En tanto, su compañera Sonia Rojas Santana siente que está mucho más preparada para enfrentar la vida. A través de sesiones experienciales los jóvenes han fortalecido sus competencias socioemocionales, así como han logrado fortalecer su autocontrol, autoestima y automotivación, que garantiza que los capacitados gestionen satisfactoriamente su ejercicio laboral.
“El proyecto HOPE me ha ayudado a organizar mis pensamientos y a tener más claros mis objetivos. En un futuro me gustaría ser mi propio jefe, emprender un negocio. Salir adelante con mi propio esfuerzo y por ello, saber más de habilidades blandas me ayudará mucho más para lograr esa meta”, expresó.
También, se dio oportunidad a estudiantes extranjeros como fue el caso de la joven de nacionalidad venezolana, Angely Díaz, quien se mostró agradecida por la oportunidad de haber sido seleccionada para esta capacitación que le permitirá mejorar sus posibilidades de un trabajo seguro y bien remunerado.
“Después de esta experiencia me veo más motivada con más ganas de seguir aprendiendo, de luchar por mis sueños”, dijo.
Muchos jóvenes fueron afectados por el impacto de la pandemia en la economía familiar. Unos perdieron su empleo, en tanto que otros tuvieron que abandonar sus estudios universitarios para dedicarse a oficios temporales que les permitieran sobrevivir.
El proyecto HOPE ha capacitado a jóvenes para utilizar tanto el hardware como el software para automatizar el procesamiento y flujo de la información dentro de una empresa. Son capaces de crear, digitalizar, almacenar, analizar y comunicar la mayor parte de las tareas rutinarias dentro de la oficina, utilizando diversas herramientas. Así también los ha capacitado en el uso de herramientas básicas de diseño gráfico para el manejo de redes sociales de una empresa.
Por ello, Pilar Díaz Bautista, otra de las egresadas, destacó la ventaja que tuvieron de haber sido capacitados y recibir certificaciones de reconocidas empresas privadas como Grupo Romero, Fundación Telefónica y CISCO.
“No solo te capacitan en el manejo de herramientas digitales, sino también en el manejo de emociones y crecimiento personal en el ámbito laboral y personal. Con el proyecto HOPE nos dan herramientas para que podamos encontrar un buen trabajo y estamos aptos para trabajar en cualquier empresa que nos brinde la oportunidad de mostrar lo que hemos aprendido en estos meses”, enfatizó Pilar.
HOPE es un proyecto implementado por Prisma ONG, auspiciado por la Embajada de los Estados Unidos, uno de cuyos objetivos es reactivar las oportunidades de los jóvenes post pandemia. Con el proyecto HOPE se capacitó a más de 150 jóvenes de Cusco, Lima, Ucayali, Piura y Loreto, cuyas edades oscilan entre los 18 y 22 años.
“Se está promoviendo que los mejores estudiantes realicen pasantías en importantes empresas de la región. Gracias al apoyo de la empresa privada y las instituciones públicas, seguiremos consolidando un futuro mejor para ellos y sus familias”, señaló Diego Fernández-Concha, Director de Planeamiento y Desarrollo de Prisma ONG.
PRISMA, es una organización que cuenta con más de 35 años de experiencia desarrollando proyectos educativos en Perú, América Latina y África, en coordinación con gobiernos centrales, regionales y locales, sociedad civil, instituciones académicas y empresas privadas, en beneficio de jóvenes de escasos recursos económicos.