Por Mary Luz Aranda / URPI - LR
Los vecinos del asentamiento humano Miguel Grau, en San Juan de Lurigancho, quedaron consternados luego de presenciar la fuga de alrededor de más de 20 internos de un centro de rehabilitación, quienes saltaron hacia una vivienda colindante la mañana de este lunes 30 de setiembre.
“Se han tirado del tercer piso hacia una casa de calamina donde escaparon por el techo y otros intentaron huir por la ventana, pero fueron retenidos por los encargados del centro”, mencionó uno de los testigos.
En los videos que los moradores grabaron, se observa cómo los internos rompen las ventanas para pedir auxilio mientras los testigos gritan a los encargados del local que no los golpeen. También se logra visualizar las caídas abruptas de otros al hundir las calaminas de la vivienda aledaña.
Uno de los docentes que brindaba su servicio al local manifestó que el tratamiento que se les daba a los internos era cristiano y calcula que eran más de 40 los que pertenecían al centro de rehabilitación.
“Los chicos ‘piteaban’ porque nos daban arroz con lentejas, ya que solo nos daban presa para mandarle fotos a nuestros familiares. Yo estuve escondido cuando ocurrió la fuga y esperé que todos se fueran para salir, yo sé que había menores de edad. Asimismo, nos golpeaban durante las alabanzas o cuando nos quejábamos por los maltratos”, contó uno de los internos, quien prefirió mantener su identidad en reserva.
Según testigos, algunos jóvenes huyeron cojeando del lugar al estar heridos; mientras el resto fue custodiado por los efectivos de la comisaría Santa Elizabeth para las investigaciones del caso.
Hasta el cierre de este informe se dio a conocer que este centro de rehabilitación no contaba con la licencia para funcionar como tal, pues no tenía los ambientes adecuados. Asimismo, se supo que este predio de tres pisos con rejas en las ventanas habría sido alquilado a comienzos de la pandemia.