Zaida Tecsi
Han pasado 110 años del descubrimiento científico de Machupicchu a cargo del explorador norteamericano, Hiram Bingham. Desde entonces, las investigaciones no dejan de sorprender, pero el misterio aún sigue siendo parte del encanto de la ciudad inca.
La Dirección Desconcentrada de Cultura de Cusco ejecuta el programa de investigaciones interdisciplinarias sobre Machupicchu. En ese marco, este año se concluyeron los trabajos de indagación con fines de restauración y puesta en valor en los Andenes Orientales de la llaqta, en el sector Isla Chico del monumento arqueológico de Salapunku.
Además, continúan los trabajos en el sector de Choqelluska y en el monumento de Machuqente.
Estas construcciones van más allá del ingenio para tener productos de diferentes climas y altitudes en zonas complicadas.
La sede de Cultura informó que pronto iniciarán los trabajos de investigación arqueológica en la montaña Waynapicchu sector Inkaraqay.
El tomo I de las investigaciones interdisciplinarias de Machupicchu, señala que el 24 de julio de 1911, el profesor Bingham descubrió científicamente la llaqta de Machupicchu. El sexto día después de haber salido de Cusco, arribó a Mandorpampa guiado por Melchor Arteaga y en compañía del sargento Fabián Carrasco de la Guardia Civil. Ascendieron por un camino trazado de forma similar y en algunos casos coincidente con el actual camino que emplean los turistas que van a la llaqta, desde el Puente Ruinas.
Este libro menciona que Bingham fue el primero en realizar un registro fotográfico del monumento y en levantar un croquis general. Sin embargo, en esa oportunidad, su visita habría sido relativamente corta, ya que no permaneció más de tres horas en el lugar.
“Lo que Bingham buscaba eran las ciudades de Vitcos y Vilcabamba La Vieja, y la ubicación de la llaqta de Machupicchu no correspondía con las referencias que brindaban al respecto los documentos históricos”, dicen las investigaciones.
Otras indagaciones concluyen en que la llaqta de Machupicchu fue diseñada como el centro el poder religioso-político y administrativo del incanato en toda esta región.
También trasciende la presencia de observatorios astronómicos, la capacidad administrativa del incanato y el nexo entre los Andes y la Amazonía.
Machupicchu, el monumento prehispánico más notable y principal destino turístico del Perú, además, uno de los diez monumentos arquitectónicos más representativos del orbe. El Santuario Histórico comprende un área que supera los 370 km2 y cuenta con más de sesenta monumentos arqueológicos.
Los alcances del jefe del Parque Arqueológico de Machupicchu, José Bastante, mencionan que la población permanente de la llaqta de Machupicchu fue de aproximadamente cuatrocientos habitantes, entre especialistas, controladores, administradores, sacerdotes-astrónomos y sirvientes.
Los estudios de Bastante y otros investigadores buscan revalorar y resaltar la importancia científica, arqueológica, histórica, biológica, agrícola, arquitectónica, geológica y artística de la región dentro de una política de desarrollo sostenible articulada al turismo.
Actualmente, el aforo permitido para Machupicchu es de 2.244 personas por día, tal cual antes de la pandemia.