María del Carmen Abarca es la que aparece en la foto de esta nota. Está suspendida en el aire por un andarivel. Sostiene en sus manos un termo porta vacunas. En la travesía la acompaña el técnico de enfermería, Nilton Quispe Quispe, que saluda a quien los fotografía. Cruzan las aguas del Majes, en la provincia arequipeña de Castilla. El objetivo es vacunar a dos adultos mayores que están al otro lado del río, en Santa Rosa, uno de los anexos más alejados del distrito de Huancarqui.
“No se pone un puente porque solo hay una familia. La única manera de llegar hasta ellos es por el andarivel”, sostiene la licenciada en enfermería. Llegar a Santa Rosa demora 25 minutos en camioneta y casi 20 a pie. María del Carmen resalta la ayuda de los miembros de serenazgo de la Municipalidad de Huancarqui, que los trasladan en su unidad. “Demoramos 25 minutos en vehículo hasta llegar a la altura del domicilio. De ahí hay que bajar por una trocha accidentada con curvas, hasta llegar al río. Después de cruzarlo, entre 5 a 10 minutos pudimos llegar”, indica.
La profesional resalta la aceptación que tienen con los ancianos. En Huancarqui sobre todo en donde predomina esta población. Casi nadie se ha resistido a protegerse contra la COVID-19. “La población es bien agradecida. Los dos abuelitos de Santa Rosa nos invitaron un poco de su producción agrícola. Otros nos dan papa, yuca. Nosotros lo recibimos con los brazos abiertos”, resalta María del Carmen.
Tanto, ella, Nilton y las dos enfermeras más que integran el centro de salud de Huancarqui, sienten más que satisfacción por vacunar a quienes más lo necesitan. Al momento han inmunizado a 222 adultos mayores de la localidad. Faltan alrededor de 29 porque varios se contagiaron y deben pasar 90 días desde su recuperación para recibir el pinchazo. “Mis compañeros y yo sentimos satisfacción por llegar a los lugares más alejados, que por falta de transporte no se llega”, asiente.
María del Carmen tiene 30 años y hace 6 años ejerce la carrera. Eligió enfermería por amor al prójimo. “Pensando que uno tiene que atender a las personas como desearíamos que atiendan a los nuestros”, confiesa. Ella pudo trabajar de enfermera en algún hospital de la ciudad, donde el personal es escaso, como en Mollendo (Islay), su ciudad natal . Prefirió al alejado Huancarqui en setiembre del 2020, durante los estragos de la primera ola de la COVID-19.
El lado más doloroso de Huancarqui y la periferia, narra, es el abandono de los ancianos que necesitan el apoyo del Estado. Ellos se quedan para cuidar su chacra, sus animales. La explicación de quedarse en Huancarqui quizá es su gusto por trabajar en comunidades. “Uno tiene que ir donde le dice el corazón”, sostiene.
Arequipa es la región del sur mejor ubicada en el ranking de avance del proceso de inmunización contra la COVID-19. Esto según la evaluación realizada por el Ministerio de Salud (Minsa). Solo está debajo de Lima y La Libertad. Tiene en total aplicadas 434 466 dosis, 291 829 en primeras dosis y 142 637 en segundas. Cusco se ubica en la novena posición con 240 mil vacunas aplicadas, le sigue Puno en el décimo tercer lugar con 148 mil. Tacna usó 120 mil y está la en décimo quinta casilla. La que tiene menor avance es Moquegua con 51 mil inmunizaciones.