Cargando...
Sociedad

Arequipa: el dolor de cabeza del Gobierno nacional para controlar la pandemia

En crisis. La situación de Arequipa es delicada. No solo por la cantidad de muertes y contagios, también por el desconcierto que provocan sus autoridades. Rechazan el cerco epidemiólogico cuando días antes el gobernador Cáceres y gerente de Salud solicitaron cuarentena estricta. Mientras tanto, transportistas burlan la restricción y toman vías para hacer el servicio.

larepublica.pe
Situación grave. Desde EsSalud continúan pidiendo una cuarentena rígida con el fin de cortar la transmisibilidad. Al costado el documento del gerente de Salud que solicita cuarentena. Foto: Oswald Charca

Un ministro de Estado revela off de récord a una periodista el dolor de cabeza que le resulta al gobierno Francisco Sagasti coordinar los asuntos de la pandemia con las autoridades de Arequipa. Ese suelto, semejante a un chisme de salón, lo confirman algunos hechos.

09 de junio de 2021. El ministerio de Salud (Minsa) detecta la variante Delta en Arequipa. El gerente regional de Salud, Cristhian Nova Palomino, funcionario de confianza de la gestión Elmer Cáceres Llica, denuncia que días atrás el Minsa le informó de ello pero le solicitó que no haga pública la información para no alarmar. Es cierto, hubo la solicitud de confidencialidad pero para aplicar una segunda prueba de verificación y análisis del rastreo. Así indican los protocolos.

Nova dio el mensaje incompleto y quiso crear el espejismo de que se ocultaba información grave. Pese a esa declaración polémica, ante el colapso sanitario, el Minsa envió una comisión presidida por el viceministro Bernardo Osto Jara para tomar medidas que contrarresten la pandemia. En esa reunión, hubo varios acuerdos. Los principales : acelerar la vacunación, enviar brigadas de médicos y enfermeras, más camas UCI, pruebas moleculares, etc .

En la última jornada de reuniones, el gobernador Cáceres Llica, insistió con una cuarentena de siete días para detener los contagios y muertes. El ministro de Desarrollo Agrario y Riego, Federico Tenorio respondió que lo evaluarían.

17 de junio de 2020. Nuevamente, el gerente Nova entra en acción. Al haberse confirmado el segundo caso de la variante Delta, el gobierno anuncia el cerco epidemiológico en Arequipa. Flanqueado por su personal de confianza, el funcionario mistiano da una conferencia de prensa y anuncia que la medida no se acataría pues “no le habían consultado”. La declaración rápidamente llega a oídos del ministro Oscar Ugarte, quien al día siguiente, aclaró que las autoridades de Arequipa habían pedido la cuarentena y no entendía por qué rechazaban el cerco.

Efectivamente, el mismo Nova hizo la solicitud según el oficio 229 dirigido a la premier Violeta Bermúdez y ministro Ugarte el pasado 21 de mayo. Horas después, Cáceres intentó ponerle paños fríos al exabrupto de Nova buscando un consenso. Se reunió con el ministro para plantearle que solo sean siete días. Ugarte promete hacer la gestión ante el consejo de ministros.

La cuarentena y cerco son medidas restrictivas. La primera es más radical. Implica la paralización de las actividades económicas y cierre del transporte aéreo y terrestre. En cambio el cerco solo lo segundo. En el Ejecutivo no llegan a entender la lógica del reclamo.

Para qué el cerco

¿Qué apuró al Minsa a tomar la decisión? Ayer este medio intentó contactarse con el ministro del sector sin respuesta alguna. Empero, confirmada la variante Delta, una de las más contagiosas del mundo, el propósito es neutralizar la expansión de la cepa a otras regiones. Aunque según el director del Laboratorio Molecular de la Universidad Nacional de San Agustín (Unsa), Jorge Ballón, es probable que ya esté en otras localidades debido a que el caso detectado en Arequipa data del 14 de mayo y el cerco epidemiológico comenzó recién este lunes 21 de junio. Más de un mes después.

El cerco es darle chance al Minsa para acelerar la vacunación en las regiones vecinas y reducir la movilización de casos positivos.

Las autoridades mistianas no lo entienden así. No solo sustentan un perjuicio económico, (y, ¿con la cuarentena no habría ello?) hablan de racismo, de que son los apestados.

El alcalde Omar Candia dijo que no compartía la medida, pues considera que hay un impacto económico y emocional en la población. Ayer el burgomaestre de Yanahuara, Angelo Huerta, llegó a decir que la medida era racista y que los “arequipeños no son unos apestados”. Incluso intentó argumentar que esto incrementaría la pobreza, porque los productos de primera necesidad ya están encarecidos.

Desacato

El jefe policial de Arequipa, Víctor Zanabria y jefe del Comando COVID adoptó una posición derrotista frente a la crisis. Públicamente sostiene que estas medidas no funcionan.

Para él, la población no entiende y los efectivos están cansados de arriesgar sus vidas en los operativos. Por ejemplo, añadió que no podían perseguir a todos los que infrinjan la restricción de transporte interprovincial y aéreo. Y en efecto, los transportistas informales burlan el cerco y toman otras rutas para salir de Arequipa. Ayer se apreció unidades por el sector de Quishuarani en Uchumayo para salir hacia El Pedregal, La Joya, Islay. Mientras otros carros salen por Chiguata para algunos distritos de Sánchez Cerro en Moquegua.

El gerente de EsSalud en Arequipa, Edilberto Salazar, insistió en que lo que se necesita es una cuarentena estricta de 15 días. “El comando COVID debe ponerse los pantalones y decir que necesitamos la cuarentena. Vengo semanas diciendo eso y no hacen caso”, dijo enfáticamente.

El prefecto de Arequipa, Jorge Zegarra del Carpio, señaló que entiende la incomodidad porque en la reunión con el viceministro no se discutió la posibilidad del cerco. No obstante, refirió que la medida tiene que acatarse, pero debe reforzarse la vacunación y hubiera sido mejor acompañada de una cuarentena. Mientras el debate continúa, la muerte y contagios no ceden. Ayer hubo 37 decesos y más de mil contagiados.

206 mil dosis para población de 40 a 49 años

El director de Salud de las Personas de la Gerencia de Salud, Ruperto Dueñas, dijo que se necesita 206 mil dosis para inmunizar contra la COVID-19 a mayores de 40 a 49 años. Se procederá con ello después de vacunar a más del 70% de la población de 50 a 59 años, que inició esta semana.

Por otro lado, 470 trabajadores de 25 albergues de Arequipa solicitaron, a través del Consejo Regional de Arequipa, ser considerados en la vacunación. El consejo aprobó el pedido.

El cerco y pandemia-Edgar Linares Huaco (médico)

Me indigna y apena la actitud de las autoridades arequipeñas (gobernador, alcalde provincial, gerente de Salud, etc.), frente al cerco epidemiológico dispuesto en Arequipa por el gobierno durante 15 días.

Algunos hablaron abiertamente de “desacatar” el dispositivo. El gobernador Cáceres dice que solo se cumplirá “por 7 días”, ya que perjudicará la economía regional. Tremendos disparates que solo pueden explicarse por la supina ignorancia, con la que estas “autoridades” manejaron esta difícil y dolorosa situación. Primero hablaban de las bondades de la ivermectina y el dióxido de cloro. Ahora se oponen a las medidas sanitarias dictadas por el Minsa demostrando una vez más que no entienden nada o que les importa poco la salud de la población. ¿Nadie les ha dicho que el desacato es delito?

Concuerdo con la opinión del doctor Jesús Salinas, gerente clínico del Hospital Central de EsSalud: el cerco sanitario es una medida acertada, no solo para evitar que las nuevas cepas virulentas se expandan a otras regiones, sino para evitar que sigan ingresando a nuestra región, supuestamente desde el sur y el norte de Chile. Entonces, es falso que el cerco no sirve y que “solamente nos están encerrando para hacernos morir”. Claro está, que hubiera sido mejor, que el cerco se acompañe de una cuarentena rígida de dos semanas.

Aparte de las medidas preventivas ya conocidas queda claro que las dos más importantes para combatir la pandemia son las cuarentenas (generalizadas o localizadas) y las vacunas aplicadas rápidamente. Implementar más camas UCI, siendo también necesarias, no es lo más importante. Debemos evitar que la gente se contagie y que llegue a los hospitales. Lejos de plantear “desacatos”, hay que ayudar para que el cerco se implemente de la mejor manera y plantear al gobierno la necesidad de una cuarentena local y de corta duración. Y otra cosa, aprovechemos que estamos en el centro de la noticia para plantear prioridad en el calendario de vacunación. Ojalá lleguemos al 28 de julio, con los mayores de 40 años inmunizados. Ahorraríamos muchas vidas.

Moraleja :ojalá que esta dura lección nos enseñe a elegir bien en las próximas elecciones