Claudia Beltrán A.
Decenas de personas, con banderolas y polos de Fuerza Popular, esperaron durante varios minutos a la lideresa del partido naranja en la parte exterior del aeropuerto Alfredo Rodríguez Ballón. Keiko Fujimori llegó a Arequipa a las 16.50 p. m., aproximadamente, para participar del debate presidencial organizado por el Jurado Nacional de Elecciones (JNE).
Casi tres horas después del arribo de su contendor, Keiko Fujimori piso suelo arequipeño. La candidata al sillón presidencial no se asomó para saludar a sus seguidores, salió del aeropuerto a bordo de una camioneta con lunas polarizadas fuertemente escoltada por personal de seguridad, seguida, además, de una caravana de vehículos desde donde algunas personas arengaban a su favor.
Caravana de vehículo acompañó a Keiko Fujimori en su llegada a Arequipa. Foto: Oswald Charca / La República
Si bien, Fujimori no llegó en olor a multitud —como ocurrió con Pedro Castillo—, sí hubo muchas personas esperándola, varias de las cuales indicaron que procedían de otras ciudades como Chiclayo, Lima o Cusco.
Sin embargo, minutos antes de la salida de la lideresa de Fuerza Popular del terminal aéreo, se desataron conatos de bronca entre simpatizantes de Keiko Fujimori y sus opositores, quienes llegaron al lugar expresando a gritos el rechazo a su postulación. Los ánimos se caldearon e incluso la Policía tuvo que intervenir para evitar enfrentamientos mayores; no obstante, tres personas fueron detenidas.
Simpatizantes de Keiko Fujimori siguieron a su lideresa, en Arequipa. Foto: Oswald Charca / La República
Un contingente policial, como ocurrió en el caso de la llegada del candidato de Perú Libre, también estuvo presente en la zona. Los agentes impidieron que se registren desmanes debido a la presencia de ciudadanos que rechazan a Keiko Fujimori. Al termino de la jornada, las personas fueron dispersadas con el uso de un ‘rochabus’, un vehículo rompemanifestaciones utilizado para echar agua a las personas.
Tres personas, al parecer, opositoras a Keiko Fujimori, fueron detenidas. Foto: Oswald Charca / La República