Hace poco, el Gobierno estableció la obligatoriedad del uso de doble mascarilla en centros comerciales, galerías, conglomerados, tiendas por departamentos, tiendas de abastecimiento de productos básicos, supermercados, mercados, bodegas y farmacia; así como la sugerencia de adicionar el protector facial. Esto con la finalidad de reforzar la prevención de los contagios en medio de uno de los peores momentos de la segunda ola.
Pese a las recomendaciones, un sector de la ciudadanía aún comete algunos errores sobre cómo usar estos implementos de forma adecuada.
El médico Leslie Soto, infectólogo e internista en la clínica SANNA San Borja, destaca que toda mascarilla nos ayuda a protegernos del virus; sin embargo, unas son más efectivas que otras. Además, dice que debe tomarse en cuenta que el costo varía y no todas las personas tienen la posibilidad de comprarlas.
Ahora, con la disposición de usar doble mascarilla, la sugerencia es emplear una quirúrgica y encima una de tela. “Con la mascarilla de tela que se le coloca encima, la protección incrementa un par de porcentajes nada más, pero permite que la quirúrgica no se ensucie y evita los virus hacia el exterior”, menciona el especialista a La República.
Es recomendable que las mascarillas quirúrgicas se desechen una vez usadas, aunque podrían durar hasta dos días si es que fueron empleadas por poco tiempo y están en buen estado.
Sobre los respiradores, como la KN95 o la N95, que son los que más cuestan, el tiempo de vida podría ser de una semana y hasta dos si es que están bien conservadas y se usan por poco tiempo. Por ejemplo, para ir al mercado. A fin de conservarlas, se puede colocar encima una quirúrgica o una tela, justamente para evitar que se ensucien o dañen.
Uno de los descuidos frecuentes es colocarse la mascarilla sin cubrir la nariz y boca, que son las vías principales por donde puede ingresar el virus.
“Una mascarilla debe asegurar desde arriba de la nariz hasta debajo de la barbilla, tiene que ajustar de tal manera que no permita que ingresen aerosoles dentro de la misma”, menciona el médico infectólogo.
El especialista recalca la importancia de que el barbijo genere un sello en la zona respiratoria para que la gente se proteja y, a la vez, no estén acomodándolo a cada momento. Recomienda usar ligas para ajustar las tiras de la mascarilla y, además, presionar bien en la parte encima en la que hay un metal para que se amolde a la nariz.
“Cuando no está bien ajustada realmente no te estás protegiendo, es como si no tuvieras nada puesto. Estás dejando libre el paso de la parte volátil que puede entrar tranquilamente por nariz y, es más, se puede bajar hacia la boca, o sea tienes dos puntos que están indefensos”, asevera.
En un inicio se estableció la obligatoriedad del protector facial en lugares donde potencialmente se pueden producir aglomeraciones; no obstante, luego pasó a ser una recomendación.
Al respecto, Soto menciona que, si bien es cierto que la careta facial no incrementa en gran medida el nivel de protección, en un contexto de alto nivel de propagación del virus, sí ayuda.
“El protector facial tiene como ventajas dos cosas, una que evita que te estés tocando la cara con la mano. Sin que nos demos cuenta, al día nos agarramos la cara como 100 veces. Lo segundo es que alguien que esté con la careta facial y mascarilla, imagínate que haga un estornudo tremendo, saldrían menos virus al exterior”, sostiene.
Un adecuado protector facial debe cubrir desde encima de los ojos hasta debajo de la barbilla y también laterales. Soto destaca que este implemento protege sobre todo la vista.
“Los oftalmólogos me comentaban que existe un 4% de posibilidad de que (el virus) entre por el ojo. Entonces sí es una vía, que no es el principal, el principal es respiratorio, pero también podemos evitamos que pase por ahí. Tenemos que usar todas las armas posibles para evitar contaminarnos”, enfatiza.
El epidemiólogo comenta que hay muchas personas que se colocan el protector facial por encima de la cabeza como un visera, lo que no es correcto, ya que la pantalla podría ensuciarse y ser tocada con las manos sucias.
“Otro error común es, cuando se está dentro del bus, agarras el pasamano y te acomodas la careta por la parte de adelante. Debes acomodarte por la parte de atrás o arriba porque puedes pasar el virus (si tocas la pantalla)”, agrega.
En el caso de las personas que tengan que guardar momentáneamente el protector, por ejemplo, durante el horario de trabajo, Soto detalla que una buena opción es guardarlo en una bolsa de papel. Asimismo, no recomienda echar alcohol para desinfectarlo, sino que se puede usar agua y jabón.
El especialista recalca que el protector facial no reemplaza la mascarilla, puesto que ambos se complementan y siempre es el barbijo el de mayor importancia.
“El uso de la mascarilla es fundamental. Este virus se trasmite por las vías respiratorias principalmente, la vía ocular también hay que protegerla, por eso es que estamos incrementando los cuidados agregando una careta facial que va a permitir mayor protección, pero siempre y cuando usemos la mascarilla adecuadamente. No hay que llevarla ni debajo de la nariz o debajo de la barbilla”, recalca.
Leslie Soto resalta la importancia que, a pesar de usar doble mascarilla y el protector facial, se mantengan las otras medidas, como el distanciamiento social, el constante lavado de manos y evitar los espacios cerrados.
Sugiere acudir a lugares con ventilación y determina que no debe haber aire acondicionado. Esto debido a que, en el caso de que una persona infectada haya dejado gotículas y aerosoles en el ambiente, el aire acondicionado hará que el virus circule en todo el área y termine por infectar al resto de los presentes.