El ministro de Relaciones Exteriores, Allan Wagner, afirmó que el pedido de 2.000 dosis de vacunas experimentales entregadas por Sinopharm al Perú fue definido por el Ministerio de Salud y la Universidad Cayetano Heredia, mientras que la Cancillería fue solo un “conducto”.
“Esta decisión del Ministerio de Salud fue transmitida a la empresa Sinopharm a través de la Embajada de Perú en Beijing, actuando simplemente como conducto... Fueron la Universidad Cayetano Heredia y el Ministerio de Salud los que acogieron este ofrecimiento de Sinopharm y determinaron el número de dosis que se requerían. Concretamente fue el Minsa el que señaló que se requerían 2.000 dosis”, dijo a RPP Noticias.
Además, indicó que las declaraciones hechas el último viernes 19 de febrero por la presidenta del Consejo de Ministros, Violeta Bermúdez, eran “una versión distorsionada”, ya que ella señaló que las dosis en mención fueron solicitadas por el Ministerio de Relaciones Exteriores, y 1.200 fueron pedidas por la Embajada China.
“Es una versión distorsionada, porque la empresa Sinopharm ofreció un lote impreciso de dosis para que se protegiera al equipo que iba a conducir la prueba clínica amplia. Este ofrecimiento de Sinopharm fue trasmitido por nuestra embajada en Beijing a la Cancillería, quien lo puso en conocimiento de la comisión multisectorial y particularmente de la Universidad Cayetano Heredia y el Ministerio de Salud”.
Excanciller aclaró que Cancillería solo fue interlocutor entre Sinopharm y UPCH
Mario López, extitular del Ministerio de Relaciones Exteriores, mencionó que el laboratorio chino consultó al equipo de estudio sobre el número que se requería para ser aplicados voluntariamente a los investigadores y el personal relacionado a los ensayos clínicos, conforme al acuerdo y protocolo firmado entre entidades privadas, Sinopharm y la UPCH.
“Ante ese pedido, el equipo de estudio solicita a la Cancillería que se responda a Sinopharm que serán necesarios 1.000 prototipos de vacunas, es decir, 2.000 dosis”, sostuvo López en un comunicado a la prensa.
El exministro remarcó que el Ministerio de RR. EE. solo cumplió su rol de interlocutor entre la empresa Sinopharm y la Universidad Cayetano Heredia.
“De ninguna manera la Cancillería definió el número de dosis ni a los miembros del proyecto a quienes se les iba a administrar el prototipo de vacuna. A la Cancillería no le corresponde hacerlo”, detalló.