La reactivación turística del mayor atractivo del Perú se ha visto suspendida tras las manifestaciones de la población de Machu Picchu y alrededores. Esto contra los servicios ofrecidos por las empresas ferroviarias IncaRail y PerúRail, quienes tuvieron una alza en sus tarifas para el traslado de turistas nacionales.
Jean Paul Benavente, gobernador regional de Cusco, calificó de justas las demandas del pueblo. “Hay un pedido a gritos de reactivar la economía no solo de Machu Picchu, sino de Cusco y Perú; el turismo depende mucho del transporte ferroviario, hay una demanda que pide la población con justicia, de que se fijen tarifas favorables para el turista nacional, se muestra todos los años hay un abuso, discriminación contra el turista nacional. Lamentamos que las cosas lleguen a estas circunstancias y exhortamos a que estas empresas puedan tener más responsabilidad y tratar de impulsar un verdadero turismo inclusivo que beneficie al empresario local”, expresó.
La autoridad regional apeló a la revisión del contrato de las concesiones de Fetransa con PerúRail e IncaRail, para así mejorar las condiciones del turista y población local. “Si no, no podremos impulsar la llegada del turista nacional a Machu Picchu ni podremos replantear un desarrollo turístico mucho más competitivo”, agregó.
Este problema en Machu Picchu no es reciente, ya que desde hace varios años los pobladores de Aguas Calientes se han manifestado en las calles para pedir la mejora en los servicios del transporte ferroviario. Sin embargo, esta situación se agravó recientemente mientras se llevaba a cabo la reactivación económica y turística a raíz de la pandemia de la COVID-19.
Las autoridades de Machu Picchu pueblo informaron que este hecho afecta más a este distrito, ya que su gente vive del turismo por sobre un 80%.
Tras no llegar a un acuerdo con IncaRail y PerúRail, los cusqueños decidieron iniciar un paro indefinido en contra de los servicios que brindan las operadoras. Desde el 10 de diciembre el acceso a la ciudadela inca a través de la vía férrea se encuentra paralizado.
El Comité de Lucha pide en su pliego de reclamos el reajuste de las tarifas que manejan las dos únicas empresas de trenes. Además, exigen que PerúRail incremente en su programación tres frecuencias diarias más (cada una con seis coches) y que Inca Rail destine otras dos frecuencias diarias (con cuatro vagones) para el turista nacional, a fin de garantizar el traslado de al menos 900 visitantes diarios.
Esto en bien de mejorar las condiciones de viaje de turistas y pobladores. Así también evitar las largas colas que se forman durante el traslado de los usuarios y la reducción del arribo a la Llaqta Inca.
Entre otras solicitudes, se demandó la revisión de la concesión de la administración del sistema ferroviario otorgado a Ferrocarril Transandino (Fetransa).
Actualmente, los servicios turísticos en Machu Picchu han sido suspendidos debido a la huelga indefinida de los pobladores de la zona contra las empresas ferroviarias. Por ello, no se encuentran funcionando para transportar a ningún turista. Una parte se ha quedado sin poder visitar la ciudadela inca y otra sin poder salir de esta.
El ministro de Cultura, Alejandro Neyra, manifestó en una rueda de prensa que espera que “en el transcurso de estos días haya una solución pacífica”, en referencia a la reanudación del acceso a la maravilla mundial.