“Entonemos, entonemos, entonemos un himno de gloria, a la blanca, a la blanca, a la blanca y heroica ciudad. Cuatro siglos forjaron la historia del baluarte de la libertad”, dice en parte el himno de Arequipa, que esta vez fue interpretado por miles de manifestantes que a estas horas abarrotan la Plaza de Armas de la Ciudad Blanca.
Para los arequipeños, se trata de un momento emotivo debido a que han convertido su himno en un emblema de justicia social, por lo que no solo es cantado en fiestas sino durante las protestas que la ciudadanía protagoniza. Por ejemplo, durante el ‘Arequipazo’, un levantamiento popular desatado en el año 2002 contra el gobierno de Alejandro Toledo, este cántico era común.
En esta segunda jornada nacional de protestas contra Manuel Merino, los jóvenes, cientos de ellos de la Universidad Nacional de San Agustín (UNSA) y de las diferentes casas de estudios superiores de Arequipa, se agolparon a la Plaza de Armas donde, tras insistir en su rechazo al Gobierno de facto, entonaron el himno.
Miles de protestantes ahora ocupan el principal recinto urbano de Arequipa, pero además otros, en estos momentos, se desplazan por las avenidas más importantes de la ciudad, como la Ejército, donde los ciudadanos se unen a la jornada de lucha contra el Gobierno de facto. “Merino escucha, el pueblo te repudia”, repiten insistentemente.