A 8 años de pena privativa de la libertad fueron sentenciadas Luz Marina Sayco Ñuñonca y Luz Marina Ayme Chipana, por presuntamente ser responsables del delito de trata de personas en agravio de una menor de 17 de años de edad a quien trasladaron desde Cusco con fines de explotación laboral. La decisión estuvo a cargo del Segundo Juzgado Colegiado Penal de la Corte Superior de Justicia de Arequipa
De acuerdo a la resolución rubricada por los magistrados René Castro Figueroa, David Mendiguri Peralta y Alberto Arenas Neyra, durante el juicio el Ministerio Público acreditó que Sayco y Ayme transportaron, acogieron y retuvieron con fines de explotación laboral a la adolescente, identificada con código de reserva A-55. Los hechos se registraron en febrero del año 2018.
La menor agraviada así como una joven de 20 años de edad (quien se encuentra registrada con código de reserva A-57), fueron trasladadas a Arequipa desde la ciudad del Cusco, el 27 de febrero del año 2018. La responsable de esta acción fue Luz Marina Saico, quien -de acuerdo a la sentencia- actuó en coordinación con Luz Marina Ayme, captando a las víctimas para trabajar como cajera y personal de atención al público en un bar.
Cuando ambas fueron captadas en la Ciudad Imperial, Saico les hizo firmar un contrato donde figuraba que su sueldo sería de 1.200 soles. Sin embargo cuando llegaron a Arequipa, las condiciones de trabajo cambiaron e incluso la remuneración ofrecida varió a sólo porcentajes por cada jarra de licor vendida.
En este caso, las agraviadas trabajaron un sólo día, el 28 de febrero del 2018, debido a que agentes de la Policía Nacional ingresaron en medio de un operativo al local donde laboraban, acción que dio pie al inicio de las investigaciones que concluyeron en esta condena. Hay precisar, que el enjuiciamiento solo fue por el caso de la adolescente por cuanto en el caso de la segunda víctima, el Ministerio Público no logró acreditar, fehacientemente, el engaño y abuso del estado de vulnerabilidad.
Si bien esta sentencia es condenatoria, los jueces penales suspendieron la ejecución de la sentencia, es decir que las procesadas estarán en libertad hasta que dicha decisión quede consentida en segunda instancia. La defensa de ambas mujeres apeló.