Una comisión de control de la Contraloría General de la República identificó una serie de riesgos en el centro de atención y aislamiento temporal para pacientes con coronavirus que está dentro del Hospital Regional del Cusco.
Se verificó que las instalaciones provisionales del comedor y carpas de descanso para el personal de salud se ubican cerca a botaderos, además, hay déficit de aparatos sanitarios para los pacientes.
Las tres carpas para el descanso del personal y un comedor están a 70 metros de la puerta de ingreso principal del centro temporal, muy cerca a botaderos de material de desechos como maderas, mobiliarios en desuso, metales, arbustos, plásticos, entre otros.
Esta situación podría afectar la salud de médicos y pacientes, debido a la presencia de roedores e insectos.
El establecimiento cuenta con menos del 50% de aparatos sanitarios que se requieren para cubrir las necesidades biológicas de los 100 pacientes programados. Esto provoca un riesgo de colapso de los servicios higiénicos.
Según la Contraloría, el sistema de energía del establecimiento de salud tiene dos tableros eléctricos con instalaciones inseguras e inestables, de material inflamable (cobertura de calamina y madera), la señalización de seguridad está incompleta y el cableado se encuentra expuesto y sin la protección respectiva de canaletas.
Mientras que el sistema de ventilación cuenta con inyectores de aire que no tienen filtros y generan el riesgo de contaminar el ambiente interior del centro, en tanto que los extractores de aire cuentan con filtros protegidos por una caja hermética que dificultan su mantenimiento.