La investigación por el cuádruple crimen de Barranca ingresó en una etapa de análisis de los indicios y evidencias, a cargo de agentes de la Dirincri.
Ayer se conoció que el teléfono celular del abogado Jairo Saldaña Navarro, que estuvo apagado desde el lunes, fue activado a las 4:00 p.m. del martes y también que desde ahí se enviaron mensajes.
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Agentes del grupo especial de la División de Homicidios que viajaron a Barranca para investigar el caso sospechan que en el aparato móvil hay datos que interesaban a los asesinos.
Asimismo, la policía ha determinado que la noche del lunes salió una mujer robusta de la casa donde se cometió la masacre que ha conmocionado a todo el norte chico.
Los investigadores establecieron que los cables con los que ahorcaron al abogado, a su hermano materno, Jhon Huamán Navarro; a su madre, Ricardina Navarro Ticlia; y a su sobrino D.E.H.D. (14) fueron llevados por los atacantes, lo que es otro indicio que indica que el asesinato múltiple fue planeado previamente.
Los criminales rebuscaron la oficina de Jairo Saldaña. Es probable que se hayan llevado expedientes. También se apropiaron de su laptop, su celular y de los teléfonos móviles de sus otros tres familiares.
El juez Elí Saldaña, hermano de Jairo y Jhon, e hijo de Ricardina, dijo que todo es muy sospechoso porque no se llevaron otros objetos de valor.
Ayer por la tarde, los restos de las cuatro víctimas recibieron cristiana sepultura en el cementerio de Barranca. La población exigió justicia.
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