La congresista Martha Chávez declaró el martes pasado que el expresidente del Consejo de Ministros, Vicente Zeballos, debería ser designado embajador en Bolivia “por sus rasgos andinos”. Sus dichos fueron calificados como racistas pero, ¿cómo estamos en el sur peruano con la discriminación étnica?, ¿estamos libres de este mal social?
En el 2017, el Instituto Nacional de Estadística e Informática (INEI) publicó un artículo al respecto por conmemorarse el Día Internacional de la Eliminación de la Discriminación Racial. En el texto se advertía que Puno y Tacna eran los departamentos del país donde más población se había sentido discriminada o maltratada.
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A nivel nacional, el 19,2% de la población del Perú de 18 y más años de edad se sintió marginada y ofendida alguna vez. En Puno, la tasa es de 40,5%, le sigue Tacna con 35,9%. En la lista de estos altos índices está Cusco (26,3%), Arequipa (21,6%), Moquegua (19,9%) y Madre de Dios (19,4%).
El sociólogo José Luis Ramos Salinas refirió que la historia del Perú está fuertemente asociada al racismo. El país, sostiene, se construyó de una forma en la que la discriminación está normalizada. Claro, hoy en día hay políticas y campañas orientadas a luchar contra ello, sin embargo, aún persiste.
Considera que existe más racismo en el sur del que alertan las cifras. Según él, el arequipeño o tacneño no lucha contra la marginación racial, aunque tenga ascendencia andina. Por el contrario, se suma a la cadena de segregación, negando sus orígenes y asemejándose más a lo que desea ser.
“Cuando llega un migrante a la ciudad no andiniza ese entorno sino asume las característica de quienes viven en ella. Así, por ejemplo, en Arequipa, en sus fiestas de aniversario, hay enormes mensajes de racismo contra los migrantes, sin embargo, cuando uno revisa los perfiles de estos llamados arequipeños de verdad, son hijos de migrantes.”, explica.
Por último, advierte que el racismo es peligroso porque ese sentimiento de discriminación puede ser utilizado por líderes con discursos violentos, como ocurrió en el pasado con el terrorismo. Y ahí se alientan las contradicciones.