La campaña Respira Perú, impulsada por la Conferencia Episcopal Peruana, la Universidad San Ignacio de Loyola (USIL) y la Sociedad Nacional de Industrias, donará 2 mil ventiladores mecánicos de uso personal (Vortran) a algunos hospitales del país. El primer lote de 960 llegó hace unos días.
Los dispositivos ayudaron a reducir los decesos en Ecuador. A través de la iniciativa Salvar Vidas Ecuador, en la cual participó la empresa privada que colaboró con el sistema de salud público, se reunieron fondos para realizar la compra de equipos e insumos médicos, entre ellos, principalmente, los ventiladores. El médico ecuatoriano Eduardo Herdocia, quien formó parte de la mencionada estrategia, llegó al Perú para contar su experiencia y brindar capacitación a cerca de 1.500 de sus colegas a nivel nacional sobre este uso del aparato.
Herdocia explica que los ventiladores fueron fundamentales en la intervención, porque “los pacientes con coronavirus tienen un sinnúmero de complicaciones, principalmente coagulación intravascular diseminada, y es necesario tener garantizada la vía respiratoria para poder brindarle atención tanto antibiótica como anticoagulante y así combatir las complicaciones subsecuentes”.
Asimismo, señala que su característica principal es que pueden ser llevados a cualquier lugar. Aclara que no reemplazan al ventilador de alta complejidad; no obstante, el dispositivo representa una oportunidad de vida para el paciente. “La bondad del equipo es que puede ser distribuido a centros de salud de menor complejidad, que están en las zonas rurales”.
Además, reduce el porcentaje de pacientes que van a requerir una cama en la unidad de cuidados intensivos (UCI). “Un paciente leve o moderado, que se me está agravando, puede ser conectado al ventilador”.
Herdocia manifiesta que los resultados de la compra de ventiladores fueron inmediatos. "Así sea el más arduo esfuerzo, con haber salvado una sola vida creo que el trabajo ya fue recompensado", sostiene.
Ricardo Losno, decano de la facultad de Ciencias de la Salud de USIL, explica que lo primero que se debe hacer es conectar el ventilador a un balón de oxígeno o red hospitalaria, que cuenta con generadores de oxígeno. No necesita de electricidad.
El médico también señala que solo se requiere de oxígeno a bajo flujo, de 12 a 15 litros por minuto. Luego se le debe colocar al paciente una mascarilla para ventilación no invasiva. Después se ajusta la presión inspiratoria pico (PIP) y, por último, se ajusta la exhalación del paciente. “Es de aprendizaje sencillo”, asegura.
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