Se ahondó la crisis en el hospital Manuel Núñez Butrón de Puno. A la falta de un director que asuma las riendas de este sanatorio, se suma la renuncia de Jorge López Tejada, subdirector sin ninguna atribución, designado en el puesto mediante memorándum firmado por el exdirector Arturo Tapia Chávez. Este último asumió funciones el 23 de julio. Dos días después dejó el puesto.
Tras la dimisión de López Tejada el hospital puneño quedó a la deriva sin médicos, enfermeras, ni oxígeno. Cada hora mueren personas agobiados por la COVID-19 y otros golpean la puerta por atención. Aun así el gobernador de Puno, Agustín Luque, no designa al nuevo director.
El galeno comunicó su decisión al gobernador encargado Agustín Luque Chayña. En su carta le comunica que el 80 % de funcionarios de distintas áreas se fueron a su casa por ser población vulnerables al coronavirus.
“Por tal motivo no se puede realizar ningún tipo de compras así como de reconformación de un comité para casos de emergencia”, refiere su carta de renuncia al puesto que ejercía sin atribuciones.
Jorge López dejó en claro además que otra de las razones por la cual se aleja del cargo es porque presenta síntomas de COVID-19. Por esa razón decidió entregar el puesto a Agustín Luque, no habiendo autoridad superior ante quien hacerlo.
La autoridad regional aún no toma la determinación de quien asumirá las riendas del colapsado hospital de Puno; sin embargo, mientras Jorge López presentaba su renuncia, Luque le entregada a una empresa china el terreno donde se construirá el nuevo hospital Manuel Núñez Butrón en Salcedo. Se invertirá 329 millones de soles. La ceremonia se llevó a cabo seis días después que el empresario chino Chen Junkun le pidió alrededor de 100 millones de soles por adelanto directo y materiales. El monto solicitado supera a los 32 millones de la carta fianza.