¿Es viable que el Perú vuelva a una cuarentena general por coronavirus?
Tras el repunte de la curva de contagios, y en medio del proceso de reactivación económica. Controlar la pandemia de la COVID-19 en el país se hace más urgente que nunca.
Desde finales de julio, el Perú ha experimentado un aumento significativo en los casos de coronavirus reportados por el Ministerio de Salud. Tan solo entre el 1 y el 5 de agosto, se sumaron más de 32.000 casos a nivel nacional, lo que ha vuelto a poner en agenda la discusión de una nueva cuarentena general, con el fin de controlar el avance de la pandemia.
No obstante, en el marco de la fase 3 de reactivación económica, resulta indispensable evaluar los efectos que produciría un nuevo confinamiento obligatorio, así como la viabilidad para llevarlo a cabo, de modo que se proteja tanto el sustento económico como la salud de millones de familias peruanas afectadas por la crisis sanitaria.
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Cifras reportadas de coronavirus hasta el 5 de agosto. Foto: LR Data.
¿El Perú está en camino a una nueva cuarentena?
La República conversó con Augusto Tarazona, infectólogo y epidemiólogo del Colegio Médico del Perú, quien señaló que el país ha retornado al nivel que tenía a finales de mayo, “el nivel más alto de la epidemia”. Esto significaría un gran problema ante la inminente saturación de los servicios de salud y la mayor cantidad de personas en circulación, debido a la reanudación de actividades económicas.
Para el economista Armando Mendoza, por otra parte, los indicadores de contagio nos estarían guiando, no hacia una ‘viabilidad’ de la cuarentena general, sino hacia una necesidad. Sostuvo que el Perú se encuentra en una etapa en la que se han deteriorado tanto la salud como la economía nacional.
“En estas circunstancias, la reactivación no va a funcionar”, menciona a su vez el economista Pedro Francke. “Es difícil pensar en inversión cuando la epidemia causa tanta incertidumbre. Me parece inviable una reactivación con una pandemia avanzando al nivel que parece estar yendo”.
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En tal sentido, Francke propuso que la cuarentena sea tomada con un nivel de escalonamiento para no descuidar otras actividades productivas, como el transporte urbano y el comercio de alimentos, de manera que se alternen los días de funcionamiento y reduzca el tránsito de personas.
El doctor Tarazona, no obstante, señaló que, en caso de darse una cuarentena general, la situación ideal sería aplicarla de manera estricta, sostenida en un plan de intervención de muy corto plazo, como un censo nacional. Sin embargo, en términos operativos, el sector sanitario no posee la capacidad para rastrear a 33 millones de personas.
Por ello, añadió el epidemiólogo, el Colegio Médico del Perú apuesta por las cuarentenas focalizadas, con el componente adicional de la intervención integral. Esta incluye la detección, aislamiento y tratamiento de casos, así como un adecuado reordenamiento ambiental de mercados, bancos y centros de producción, y un mayor control de las medidas sanitarias en los sectores informales.
Lima debería estar en una cuarentena focalizada. Créditos: Verónica Calderón / La República.
¿Qué medidas tomar ante un retorno a la cuarentena?
De acuerdo con la postura del doctor Tarazona, el panorama de intervención integral permitiría realizar un cerco epidemiológico para identificar y aislar a los infectados y a sus familias, e iría de la mano con un apoyo social y alimentario focalizado, en lugar de “un disparo al aire para todos”, en paralelo al mencionado reordenamiento ambiental y las estrategias de comunicación en la zona escogida.
Sin embargo, los economistas Armando Mendoza y Pedro Francke defienden la dispersión de un Bono Universal para solventar a las familias durante un periodo de aislamiento obligatorio. Mendoza sostuvo que se perdió tiempo al focalizar los subsidios, y sigue la línea de crear cuentas individuales o con el número de DNI. “Es lo que debió hacerse desde el primer momento”, indicó. Francke, a su vez, propuso que este ingreso se entregue de manera mensual.
“Si durante 14 días haces una cuarentena bien hecha, ‘estilo China’, donde la gente se quede en su casa y se le dé ayuda a los sectores que están en una situación tan precaria que tienen que salir a la calle, donde haya disponibilidad de mascarillas, control y ordenamiento, puede funcionar”, señaló Mendoza, con el fin de frenar los indicadores epidemiológicos. “Se supone que hay mayor capacidad de respuesta”, agregó, refiriendo que existe mayor equipamiento médico que al inicio de la pandemia.
Asimismo, Francke apuntó hacia tomar especial cuidado en los principales puntos de contagio, como mercados y transporte urbano, así como asegurar el reparto masivo de mascarillas y emitir fuertes mensajes de comunicación a la ciudadanía para calar en sus hábitos de prevención.
Sobre el sustento de los negocios durante una nueva suspensión de actividades por confinamiento, postuló el otorgamiento de un crédito a una baja tasa de interés. “Se ha intentado con Reactiva Perú y el FAE Mype, pero se ha hecho bastante para las grandes empresas y muy poco para las pequeñas y microempresas”.
PBI
Economía y salud: ¿excluyentes?
El panorama de un posible retorno a la cuarentena trae a colación el impacto que tendría en la economía, debido a la relación directa entre la reanudación de actividades y el aumento de casos de COVID-19.
“Uno se sostiene en el otro, no son excluyentes”, consideró el doctor Augusto Tarazona, sobre la protección de la salud y la economía. “Pero tiene que existir un puente exacto que permita que ambos funcionen”. El epidemiólogo del Colegio Médico indicó que existe un vacío entre la necesidad de evitar el contagio del virus y la necesidad económica.
En tal sentido, Pedro Francke se amparó en la capacidad del Gobierno para garantizar un bono universal a los hogares debido al respaldo fiscal que posee. “El Estado ha tenido buenos niveles de ahorros fiscales en años anteriores y ha acumulado un ‘chanchito’ fiscal significativo”, el cual serviría para atender la emergencia, dada la gravedad que supone. “Si no ahora, ¿cuándo?”, concluyó.
A pesar de ello, Armando Mendoza señaló que, así como los desafíos serían grandes, el golpe económico sería duro, debido a que las proyecciones del PBI apuntan a una caída del 14 % para este año. Asimismo, precisó que tales estimaciones no contemplaban la posibilidad de un rebrote. En ese caso, el economista advirtió que veríamos “una caída del PBI mucho mayor, que va a aproximarse al 20 %”.
En tanto, la situación del virus no se solucione por medio de alguna vacuna o tratamiento, aseguró Mendoza, rubros como el turismo no podrían recuperarse, por lo que medidas como el FAE Turismo deben garantizar que los recursos se distribuyan bien, y lleguen a todos los sectores. “La salud está primero que las ganancias”, finalizó.
