El periodismo arequipeño está de luto por la partida del hombre de prensa Hugo Condori Chambi. El último domingo se confirmó su fallecimiento a causa de la COVID-19, tras varios días de lucha internado en el hospital de EsSalud.
En Arequipa, los periodistas locales han lamentado la pérdida de quien fue uno de los fundadores de radio Yaraví y la encuestadora Amakella.
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Hugo Ramírez, uno de sus entrañables amigos y también creador del proyecto Amakella – Yaraví, le dedicó unas sentidas palabras en Facebook.
El también comunicador le dedicó un mensaje desde Quito (Ecuador) donde reside, recordando la personalidad de Hugo Condori, los inicios de la radio y el compromiso que tuvo siempre con el periodismo.
Además recordó que ellos ya habían coberturado una pandemia parecida a la actual, como la del cólera y como ahora él planificaba las campañas de la radio, promoviendo la prevención y la contención del COVID-19.
A continuación el mensaje completo que le dedicó Hugo Ramírez.
UN ABRAZO HASTA QUE NOS FALTE EL ALIENTO
Nadie quiere perder a un ser querido. Se evita, se resiste, se batalla, para no proyectar el momento. Pero, las amenazas presentes en la vida no saben de sentimientos; no saben de afectos. Hoy, esta mañana, Hugo Cipriano Condori Chambilla, el compañero de tantas luchas; batallador hasta la terquedad, se nos ha ido. Una estela de inmenso dolor, ese que duele hasta lo indecible, me embarga en estos momentos.
Se nos ha ido un comunicador popular nato, de esos pocos que se formaron en el compromiso y la ilusión de hacer de la comunicación; de la radio, ese gran espacio, ese gran instrumento para cambiar este mundo demasiado injusto. Toda su vida; primero desde el Centro de comunicación Amakella y después Radio Yaraví, puso en práctica todo este su proyecto de vida, personal y colectivo.
Apasionado, vehemente, creativo, pero, sobre todo, sensible tras su aparente seriedad, Hugo Condori era el compañero que siempre ponía la gota polémica en la infinidad de reuniones que teníamos en el equipo para planificar y poner en marcha las múltiples acciones, coberturas, concursos, campañas educativas que realizamos en estos casi 40 años que ya lleva el proyecto Amakella – Yaraví.
Hace un par de semanas nos lo recordábamos. Él desde Arequipa y yo desde Quito. Preocupados, conversamos junto con Andrés, el otro fundador del proyecto, sobre la situación de la radio; las campañas que deberíamos continuar promoviendo para la prevención y la contención del COVID-19. Hugo, mi tocayo, decía que como Amakella teníamos mucha experiencia. Ya habíamos enfrentado comunicacionalmente, una epidemia, la del cólera, en los inicios de la nefasta década del 90 en Perú. Así fue, junto con las autoridades de salud de la región, pusimos en marcha una campaña de comunicación con buenos resultados. Recuerdo a Hugo haciendo el libretaje de las cuñas y micro programas. Tenía una habilidad innata para el montaje de todo material sonoro. ¡Qué tipo!
Ahora mismo, estoy viendo a Hugo trepando el campanario de la Parroquia Cristo Obrero en el barrio de Alto Misti, Miraflores, cuando todo aquello era un montón de casas pobres construidas piedra sobre piedra. Lo veo colocando las bocinas para emitir el informativo “Palabra del Pueblo”. Eran los últimos años de la década del 70. Con esas bocinas hicimos nuestros primeros pininos de comunicadores populares. Teníamos como cortina de presentación del programa al legendario Uña Ramos con su tonada El Eco. Era toda una hazaña leer las noticias del barrio, aunque el sonido de las bocinas apenas llegaba a dos o tres cuadras a la redonda. Con el paso del tiempo, toda Arequipa, el Perú y el mundo, escucharon a Hugo, nos escucharon, por la radio Yaraví a través del satélite y el internet.
Estas son sólo, algunas facetas de la prolija labor de comunicador popular del compañero Hugo Condori. Hasta el final, no dejo de ser un reportero de calle, pero; a la vez, dirigir la encuestadora Amakella tan confiable y esperada por sus resultados en los procesos electorales.
El compañero Condori se ha ido a reunir con otro grande, el padre Eloy Arribas; el provocador principal de tantas ilusiones. Ya nos enteraremos, cuando les demos alcance, de sus planes y proyectos que nos tendrán reservados. Mientras tanto, en el aquí y, en el ahora, toca seguir batallando en los mismos ideales. Es el mejor homenaje que se le puede dar a quien hoy se convierte en un emblema. Un abrazo, querido tocayo, hasta que nos reste el aliento.
Hugo Ramírez.