Con el turismo paralizado por la pandemia, la célebre laguna Huacachina se halla al borde de la extinción, puesto que se está secando aceleradamente, debido a la falta de recursos y voluntad para dotarla de un sistema de bombeo.
Antes de la pandemia miles de turistas visitaban su hermoso panorama y entre las dunas que resguardan su existencia, numerosos tubulares dotaban de emoción a los visitantes.
El empresario Pancho Massa, uno de los iqueños que hace pocos años encabezaron una campaña para dotar a la laguna de un sistema de bombeo que impida su desaparición total, señaló a Cuarto Poder que la bomba está malograda y las autoridades responsables han permitido que la laguna se encuentre hoy en vías de extinguirse.
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“Ya tenemos casi dos meses desde que se malogró la bomba de la laguna y ha bajado dos metros, por lo menos. Unos meses más y empieza a malograrse todito”, indicó Gonzalo Cabrera Bielich.
La reparación de dicha bomba costaría apenas mil soles. Además, con el mantenimiento de la Huacachina y su puesta en valor, conseguiría que apenas pase la pandemia el turismo regrese y los iqueños puedan beneficiarse de la fuerte entrada económica que esta área natural solía generar.
Por ello, la población está dispuesta a realizar una colecta que permita realizar la reparación del sistema de bombeo y se recupere el nivel anterior del agua.
Vale precisar que la Huacachina es un area de protección regional junto a las dunas que la circundan. En sus juncos anidan aves costeñas y se protegen diversas aves migratorias.