La incertidumbre y confusión aún deambula por sus ambientes. Luego que el presidente Martín Vizcarra anunciara el estado de emergencia y por ende, el cierre de las fronteras el pasado domingo, las puertas y salas de espera del aeropuerto Jorge Chávez permanecen restringidas tras las cancelaciones de los vuelos nacionales e internacionales.
Pese haberse suspendido la llegada y salida de los vuelos del aeropuerto, decisión optada por el Gobierno peruano para combatir la propagación del coronavirus, decenas de pasajeros se mantienen en los alrededores del recinto con la esperanza de poder llegar a sus destinos.
Sin embargo, con la llegada de los militares al Jorge Chávez para custodiarlo, esta perspectiva va decreciendo y desvaneciéndose con las ilusiones de algunos usuarios que perdieron sus vuelos por distintos motivos este lunes.
Por otro lado, el desconcierto y suerte de ciertos turistas parece estar echada. Tal es el caso de los 26 ciudadanos españoles (vascos) que llegaron al Perú.
Tras contar con 24 horas para abandonar el país, no pudieron encontrar un vuelo de regreso a España. Todos estaban agotados.
Por ello, decidieron arriesgarse y contratar una movilidad para viajar por más de 22 horas hasta Puno y salir hacia Bolivia. No obstante, minutos antes de iniciar la travesía, les informaban que el Gobierno boliviano había decidido cerrar sus fronteras a partir las 6 de la tarde. No llegarían a tiempo.
Distinto es el caso de algunos connacionales, que al no encontrar una respuesta por parte de las aerolíneas y autoridades, decidieron pernoctar en los alrededores y dentro del aeropuerto, hasta que puedan ser ayudados por algún un vuelo humanitario.