Patricio Quintanilla
Rector U. La Salle
Estamos en Navidad, fiesta de paz y amor que debe ser una oportunidad para mejorar las relaciones personales en la familia, en la empresa y en el trabajo; sin embargo, esto no siempre se da, porque se ha convertido en una intensa actividad comercial, que en muchos casos lleva a problemas financieros en las familias por gastos excesivos. “Comprar más no significa que te quiero más” es una conocida frase que resulta muy real y debería ser tomada en cuenta por todos.
En algunos casos, las relaciones son complejas por su propia naturaleza, como algunas empresas familiares donde la brecha generacional provoca conflictos internos, que pueden trascender a la familia con graves consecuencias. Las relaciones laborales pueden también ser motivo de conflicto por las diferentes personalidades de sus integrantes, lo que puede afectar a la organización. Las causas son variadas, desde celos profesionales hasta competencia por mejores posiciones.
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El año que termina ha sido complicado en los diferentes campos de la sociedad; el aspecto político ha tenido cambios inusitados, como la disolución del Congreso de la República, el cuestionamiento a las decisiones del Tribunal Constitucional, los candidatos y presidentes que entran y salen de la cárcel, el suicidio de un cuestionado expresidente, en fin, qué más pudo pasar. El aspecto económico ha sido muy malo en el 2019. El Banco Central de Reserva del Perú (BCR) acaba de publicar su Reporte de Inflación de diciembre 2019 (viernes 20) con un estimado de crecimiento del Producto Bruto Interno (PBI) para este año de 2.3%. En nuestra columna de la próxima semana, analizaremos el tema económico con detalle.
Mirada optimista
En el Perú hay muchos aspectos positivos, pero estamos acostumbrados a solamente ver lo malo, lo que en parte es propiciado por algunos medios de prensa.
Dentro de Latinoamérica, tenemos una de las mayores tasas de crecimiento del PBI y la menor inflación, que es un síntoma de equilibrio macroeconómico. Somos el único país de la región sin conflictos sociales graves, como lamentablemente han sufrido nuestros vecinos; tenemos una fortaleza, tal vez no conocida ni suficientemente analizada. Los problemas son pasajeros y superables con una mayor voluntad de diálogo y cooperación.
Conclusiones
Tengamos presente que “el Perú es más grande que sus problemas”, pero recordemos que el Perú somos todos y, por lo tanto, depende de nosotros.
Las fiestas navideñas son una ocasión para hacer un alto en el camino y mejorar las relaciones personales, los conflictos que se pudieron presentar se deben superar con olvido y perdón.
Deseo a todos los seguidores de esta columna una feliz Navidad y hago votos por que cada uno reciba lo que espera, que puede ser un abrazo o una palabra bonita.