Liz Ferrer Rivera
El Servicio Nacional de Meteorología e Hidrología (Senamhi) reportó a través de su página web el incremento de los niveles de radiación solar en las regiones del sur hasta llegar a valores extremadamente altos. Cusco y Puno tienen los valores más preocupantes (nivel 18).
Para medir los niveles de radiación solar, el Senamhi utiliza los números del 1 al 20. Del 1 al 2 se considera una radiación baja, del 3 al 5 moderada, del 6 al 7 alta y del 8 al 10 muy alta. Las cifras más peligrosas están entre el 11 y 20, que son los niveles extremos y más riesgosos para la salud de la piel y ojos de los pobladores.
La radiación en las ciudades de Abancay (Apurímac), Arequipa, Moquegua y Tacna llega a los niveles 17, 16, 16 y 14, respectivamente. En las localidades de la serranía los valores se elevan. Por ejemplo, en la provincia tacneña de Candarave la radiación es 18, en Chivay (Arequipa) es de 18 y en Omate (Moquegua) de 17.
En febrero de este año, de un total de 110 atenciones sobre cáncer de piel que realizaron los médicos especialistas en dermatología del Hospital III Daniel Alcides Carrión de EsSalud Tacna, se detectaron tres casos de presencia de la enfermedad
La Organización Mundial de la Salud señala que se pueden producir quemaduras en la piel y daños oculares por la exposición prolongada y continua a los rayos solares. Entre las recomendaciones para minimizar el riesgo a estos efectos está el evitar el sol en horas de máxima radiación, de 10:00 horas a 16:00 horas. Además se debe procurar usar sombreros de ala ancha, sombrillas y gafas oscuras con filtro para la radiación UV-B.
Además es conveniente el uso de cremas con filtro solar con factor de protección igual o superior a 30. Se debe aplicar cada dos horas o después de nadar o hacer ejercicio al aire libre.
La ropa también es importante para protegerse de la radiación. Deben ser holgadas y cubrir la mayor superficie del cuerpo. Se debe tener especial cuidado con los niños, cuyas pieles son más sensibles.
Otro sencillo consejo es ponerse a la sombra cada vez que sea posible, ya sea debajo de árboles, sombrillas o toldos. Estas medidas no protegen totalmente pero reducen los efectos negativos.