Fue su primera meta astronómica. Contra los pesares económicos de haber nacido en un país subdesarrollado, en un hogar que no tenía electricidad, allá en el distrito rural de Marripón, en Lambayeque, Aracely Quispe Neira supo convertir su anhelo de convertirse en una mujer de ciencia en realidad. Esta es su historia de ascenso, hasta llegar a dirigir misiones como ingeniera de la NASA.
Todo inició, según señala la BBC, cuando Aracely tenía unos 6 años y vio una retransmisión de la llegada del hombre a la luna, comandada por Neil Amstrong en 1969.
“Fue impactante ver que los humanos podíamos pasar esa frontera. Con el tiempo, supe que era algo que me interesaba demasiado y que debía empezar estudiando algo en ciencia”, dijo la ingeniera lambayecana a BBC Mundo, desde Maryland.
En su natal Marripón, ella y su familia usaban lámparas de kerosene para iluminar sus noches. O incluso la luz de la luna.
Luego se mudó con su familia a otras ciudades del norte del Perú, donde estudió en colegios públicos y logró graduarse en Ingeniería de Sistemas.
Cuando aún cursaba la secundaria halló un anuncio sobre una beca para practicar tres meses de karate. Gracias a ello pudo abrirse paso hacia sus metas, pues tuvo la oportunidad de competir en torneos regionales, viajó a varios países y uno de ellos fue Estados Unidos.
Al graduarse averiguó sobre la posibilidad de estudiar Ciencias o Ingeniería y fue cuando solicitó una residencia permanente por habilidad extraordinaria.
Ahora, Quispe es ingeniera de sistemas de vuelos en el proyecto del telescopio James Webb. Foto: Facebook
“Fue difícil demostrar, fue un caso largo, debía mostrar que tenía reconocimientos a nivel nacional e internacional, no solo en el ámbito deportivo, sino también profesional, mostré las tesis que había escrito, el trabajo académico, notas, mostrando que había un equilibrio entre lo académico y lo deportivo”, narró a la BBC.
Todos sus esfuerzos le permitieron obtener la residencia y decidió quedarse a vivir en Estados Unidos para estudiar lo que había planeado y llegar hasta la mismísima NASA. Sin embargo, ella no sabía inglés.
No se rindió.
Aracely Quispe estudió el idioma durante más de un año.
Luego, se matriculó en la carrera de Ingeniería Tecnológica Espacial en el colegio comunitario Prince George, del estado de Maryland.
Allí, un asesor le aconsejó que si quería entrar a la NASA debía continuar sus estudios en Ingeniería Astronáutica o Aeroespacial.
Ella siguió el consejo y se trasladó hasta el Capitol Technology University (CapTechU), en Maryland, a estudiar Astronáutica: una especialidad centrada en la construcción, operación y seguimiento de naves espaciales.
Fue una decisión estratégica, puesto que CapTechU tenía un convenio para enviar a sus mejores estudiantes a hacer prácticas a la NASA. Ella supo que el siguiente paso era hacer una pasantía allí.
Al inicio no cumplía con todos los requisitos que pedían para participar en el programa. No se rindió.
Una de las condiciones era tener la ciudadanía estadounidense, pero Aracely aún no lo era.
Para su fortuna, más adelante, eliminaron dicha formalidad y la joven pudo acceder a las prácticas de la NASA, en la Misión de Medición de Lluvia Tropical (TRMM, por sus siglas en inglés).
Ella narra la serie de retos que afrontó en sus charlas de ‘Rompiendo el paradigma del no puedo’. Ya es una conferencista internacional.
Después de la pasantía vino una beca para hacer una maestría con una tesis sobre el derretimiento de los glaciares en Cusco, Perú. Ella utilizó imágenes satelitales de la NASA.
Ya en el 2011, Aracely postuló a la misión del Orbitador de Reconocimiento Lunar (LRO, por sus siglas en inglés) de la NASA, un satélite no tripulado que desde 2009 orbita la Luna y manda información a la Tierra cada cierto tiempo.
Además, busca lugares con potenciales recursos que permitirían enviar misiones tripuladas al satélite.
Quispe ingresó como ingeniera de vuelos y operaciones a la LRO y, unos tres años y medio después, ascendió a líder del equipo.
“Se me concedió mi gran deseo”, dice.
Después de seis años en la LRO, la ingeniera se trasladó a otra área de la NASA igual de fascinante.
Aracely Quispe Neira es una ingeniera peruana que trabaja en la NASA. Foto: Facebook
Ahora, ella es ingeniera de sistemas de vuelos en el proyecto del telescopio James Webb, programado para salir al espacio en 2021 y reemplazar al telescopio Hubble.
James Webb se pondrá en órbita con el objetivo de estudiar las galaxias desde la época de su formación. Desde el mismísimo Big Bang y todas las fases de la historia del universo, según explicaciones de la NASA.
“Tener la oportunidad de participar y colaborar y llevar esta misión a un lanzamiento exitoso me hace sentir especial y también muy orgullosa de que, siendo peruana, podamos hacer historia”, señaló.
"[No tuve] todos esos recursos que algunas personas tienen a la mano para surgir, en mi caso hubo muchas limitaciones, carencias económicas", dice.
“Pero creo que eso me hizo ser una persona que valora más cada cosa que ha logrado porque ha sido todo a base de esfuerzo. Tenía optimismo. Mi actitud siempre fue de perseverar y buscar los recursos”, asegura para animar a más mujeres a participar en carreras científicas.
Fuente: BBC