Personal de las Fuerzas Armadas y de la Policía Nacional inhabilitaron 35 pistas clandestinas en Pasco y Huánuco, durante el Plan de Operaciones ‘Troya 2019’. Estos ‘aeródromos’ rurales eran usados por narcotraficantes internacionales para llevar cocaína a Bolivia.
La mayoría de las áreas de aterrizaje destruidas fueron localizadas en los distritos de Puerto Inca, Tournavista, Yuyapichis, Honoria y Codo del Pozuzo, en la provincia de Puerto Inca (Huánuco) y en los distritos de Constitución, Palcazú y Puerto Bermúdez, en la provincia de Oxapampa (Pasco).
“El resultado se debe a los constantes patrullajes terrestres y aéreos que realiza el personal del Agrupamiento de Ingeniería Pedro Ruiz Gallo, del Ejército, y de la Dirección Antidrogas (Dirandro) de la Policía”, afirmó el ministro de Defensa, Walter Martos Ruiz.
En esa zona, aseguró un general del Ejército, hay más de 100 pistas, pero no todas están activas. “Existen 31 operativas, de las cuales siete han sido destruidas esta semana. Otras 28 fueron inhabilitadas entre marzo y abril. El resto está con maleza crecida”, indicó el oficial.
La droga que es transportada en deslizadores desde el Valle de los Ríos Apurímac, Ene y Mantaro (Vraem) hasta Río Negro, en el distrito de Constitución, es embarcada en avionetas de matrículas bolivianas, colombianas y brasileñas. “Llevan entre 350 y hasta 500 kilos de cocaína por aeronave”, indicó el jefe del Comando Conjunto de las Fuerzas Armadas, general EP César Astudillo Salcedo.
Los agentes de la Dirandro aseguraron a La República que ‘dirigentes’ de algunas comunidades que llevan a grupos de 40 o 60 pobladores cobran US$ 20 mil dólares por habilitar las pistas clandestinas. También tienen una suerte de peaje, pues cada avioneta que despega con droga tiene que abonar entre 3 mil y 10 mil dólares.
"Hay días en que entran 3 o 4 avionetas. Al mes pueden ser 15 o 21", señala el general Rubén Castañeda.
Además de la inhabilitación de pistas, se llevan a cabo diferentes operaciones que van desde patrullajes hasta la búsqueda y captura de bandas criminales dedicadas a la preparación de pistas y tráfico de drogas.
“El establecimiento de puntos de control ha permitido mantener la iniciativa y la anticipación para evitar la ejecución de ilícitos”, comentó Castañeda. “Los objetivos están orientados a evitar que esta zona sea un puente aéreo para el tráfico de drogas”, agregó.
Lo preocupante es que, así como los narcovuelos se fueron trasladando desde el Vraem hacia Constitución y Puerto Inca, ahora hay evidencias que aeronaves están aterrizando en Atalaya, a orillas del río Ucayali.
- “La lucha contra el tráfico de drogas es un fenómeno que requiere de trabajos multilaterales; es importante articular esfuerzos para obtener mayores resultados. Nuestro compromiso es que para el Bicentenario esta zona esté ‘limpia’ de narcotraficantes”, indicó el ministro de Defensa, Walter Martos.
- La búsqueda de información, identificación y ubicación de las áreas clandestinas de aterrizaje en Huánuco y Pasco están a cargo de la Dirandro y las FFAA y cuentan con el apoyo del Ministerio Público.
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