Vicente Reynaga Flores ha sobrevivido a dos derrames cerebrales, ya no tiene suficiente movilidad en sus piernas -por lo que se transporta en una silla de ruedas-, casi no oye y apenas puede pronunciar algunas palabras, pero nada parece vencer a este hombre de permanente sonrisa, que hoy cumple 100 años. Tampoco lo hizo su participación en la campaña militar contra Ecuador, allá por el año 1941, la razón por la que ayer se hizo presente en la ceremonia de reconocimiento a los veteranos de guerra y de la pacificación nacional, organizada por el Ministerio de Defensa, en cumplimiento de la Ley N° 30826, promulgada el 2018.
“Estoy anonadado”, dijo Vicente, quien fue parte de los primeros 244 efectivos acreditados por el Comando Conjunto de las Fuerzas Armadas, tras su lucha por la defensa de la soberanía y la democracia del país.
"Mi padre siempre recuerda cuando comían de una misma olla. Siempre destacó el compañerismo, pues nadie sabía si iban a regresar vivos", cuenta la hija de Vicente.
El coronel Herbert Viviano Carpio (55) también fue reconocido en esta ceremonia por su participación en el conflicto armado en el Alto Cenepa en 1995. “Perdimos siete compañeros. Fuimos la primera unidad en ingresar a operaciones y tomamos Tiwinza”, recuerda, y luego agrega que aún falta encontrar los cuerpos de algunos de sus amigos, a quienes se refiere como héroes, y cuyos nombres quisiera ver en las principales calles del Perú, a modo de gratitud.
En cumplimiento de la citada ley, los excombatientes obtendrán una serie de beneficios, como acceso gratuito a museos y atractivos históricos.
Para el ministro de Defensa, Walter Martos, “el mejor beneficio es la gratitud del pueblo peruano”.