Por: Milagros Berríos
Luego de que se informara que estudiantes de secundaria acusados de maltratar a su profesora en el colegio Dora Mayer, en Bellavista, Callao, no recibieron sanciones sino medidas correctivas, la Dirección Regional de Educación de Lima (Drelm) explicó que la expulsión de la escuela ya no es una solución al problema porque “no permite a los estudiantes reflexionar sobre su comportamiento y tomar acciones concretas para reparar el daño causado”.
“Ningún adolescente debe estar fuera de la escuela. La política educativa está vinculada a atraerlos y no a dejarlos ir. Si lo hacemos, tenemos un delincuente más en la calle. Cada colegio tiene un reglamento que debe elaborarse con toda la comunidad. (...) Es difícil atender estas situaciones con estudiantes que seguramente tienen familias y condiciones de vida complicadas”, señaló la titular de la Drelm, Killa Miranda.
También dijo que la Ley N° 27337 prohíbe que las medidas correctivas incluyan castigos físicos, humillantes u otra sanción que ponga en peligro el desarrollo integral de los estudiantes.
Como informó este diario, desde mayo pasado (cuando ocurrió el hecho) hasta la fecha, los estudiantes han seguido sus estudios, previo compromiso de sus padres de llevarlos a “terapias psicológicas” y monitorear su comportamiento.
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Ayer se denunció que una escolar del aula involucrada ha dejado de ir a clases luego de que se le acusara de difundir el video que mostraba el incidente.
Ahora, según el Minedu, se contratará a trabajadores sociales para realizar visitas a los docentes a fin de que los ayuden con herramientas pedagógicas y de convivencia. “Habrá por lo menos un equipo itinerante por cada Ugel”, dijo Killa Miranda.
El Sutep exhortó al sector a destinar mayor presupuesto para una atención integral que incluya el trato a la familia, fortalecimiento de la autoridad del maestro en el aula, la contratación de auxiliares y psicólogos.
Su secretario general Lucio Castro señaló que la actual normativa se ha flexibilizado a tal punto que los profesores no pueden desarrollar autoridad en las aulas y pide modificarla.
El educador León Trahtemberg consideró que los colegios han perdido autonomía para abordar estos casos y que ahora se rigen por un reglamento general. “Se le quita posibilidades a los directores y profesores para identificar en cada caso (de violencia) cuál es la mejor respuesta”.