Ahmed Mubarak cumplió su promesa se retornar a la ciudad de Trujillo, en La Libertad, para entregar 15 computadoras y una impresora al colegio del menor Víctor Martín. ,El empresario árabe Yaqoob Yusuf Ahmed Mubarak cumplió su promesa de retornar al Perú. El filántropo regreso al distrito de Moche, ciudad de Trujillo, en La Libertad, para cumplir los sueños de Víctor Martín, el menor que ahora es embajador de la lectura. No obstante, aprovechó la oportunidad para ayudar a otro adolescente más. Álvaro Asmat Jacobo es un joven con discapacidad. Él padece displasia congénita de cadera, condición que le impide movilizarse con normalidad. El empresario señaló que el joven acudió a él para solicitarle una nueva silla de ruedas y, tras conocer su caso, no pudo negarle su ayuda, según informó La Industria. PUEDES VER Árabe regresó a Moche para construir casa de niño que estudiaba bajo poste de luz [VIDEOS] “Álvaro se acercó a nosotros en nuestra primera visita y nos dijo: 'Ya me cansé de esta silla'. Él quería otra silla. Me pregunté: ¿Y si yo fuera Álvaro? ¿Qué tan difícil sería para mí? Tocó mi corazón y estoy aquí porque le hice una promesa. Este es mi regalo para mi pequeño hermano Álvaro”, relató Yaqoob Yusuf Ahmed. Asmat se encuentra en el quinto año de secundaria en el colegio Ramiro Ñique en Moche. Él aseguró que el gesto del empresario cambiará su vida. “Es la primera vez que tengo una silla así, eléctrica. Siempre he utilizado silla de ruedas, la primera en tercer grado de primaria. Antes me movilizaba en juguetes. Yo no cuento con dinero. (..) Ahora me movilizaré por mí mismo, eso es genial’’, aseguró. Además de la silla de ruedas, la cual se encuentra valorizada en aproximadamente 8 000 dólares, la familia del adolescente recibió otros 1 000 más. PUEDES VER Finalmente la ayuda llegara al colegio de Víctor Martín [FOTOS] El empresario retornó al Perú para cumplir los sueños del menor Víctor Martín, quien se hizo conocido luego de que fue captado leyendo y haciendo su tarea fuera de su casa bajo un poste de luz, debido a que no contaba con electricidad. El árabe le ofreció implementar la sala de cómputo del colegio en donde estudia el niño, así como también construir su casa. Además, le entregó 2 000 dólares.