Cambios de conducta, pérdida de objetos o constante nerviosismo, son algunas señales que usted puede detectar en su hijo. Una constante comunicación y sólida autoestima ayudarán y evitarán escenarios de bullying.,El inicio del año escolar siempre trae muchas preocupaciones en los padres de familia, entre ellas la seguridad de los hijos. Tienen que salir del hogar y exponerse a cientos de situaciones que pueden determinar aspectos de su personalidad y comportamiento. Hoy en día, uno de los problemas que se afronta en los centros educativos es el bullying. Una forma de acoso físico o psicológico al que someten, de manera continua, a un alumno sus compañeros. Durante el 2018, la plataforma Siseve del Ministerio de Educación (Minedu) reportó un total de 9,500 casos de bullying. PUEDES VER: Golpes, bullying, drogas y licor en el colegio militar de Arequipa La psicóloga Ariana García, docente de la Escuela de Posgrado de la Universidad Continental, ayuda a identificar 10 señales de que sus hijos pueden ser víctimas de bullyin: No quiere ir al colegio. Luego de estar asistiendo a clases, llega el día en que le da una serie de razones para no asistir. Dolor de cabeza o alguna otra indisposición son algunas de las razones que suelen dar para no ir a clases. Terror del domingo por la tarde. Un niño o niña con bullying suele aterrarse u odiar los días domingos, sobre todo por la tarde cuando se empiezan a preparar las cosas para el inicio de la semana escolar. Si observa que se vuelve constante esta aversión, indague. Más nervioso. A diferencia de antes, reacciona muy a la defensiva cuando las personas se acercan a él o ella. El maltrato en el colegio provoca este tipo de reacciones, precisamente por tratar de defenderse frente a la constante agresión, a la que teme. Pérdida de objetos. Tal vez le envió una nutrida lonchera, pero regresa con hambre. O aquellos colores o cuadernos nuevos bonitos ya no los tienen consigo. Pueden estar “perdiendo” las cosas porque se las están arrebatando producto del bullying. PUEDES VER: Exdirector de colegio militar de Arequipa: No porque les griten 'oe carajo' se van poner a llorar Cambio de conducta. Usted conoce a sus hijos y sabe cómo son en su vida cotidiana. Si durante el periodo escolar observa algún cambio, así sea ligero, converse con él o ella y detecte la razón. Debe estar alerta ante estas situaciones. Golpes o heridas. Estando en verano, quiere ir con chompa o chalina al colegio. O, de pronto, usa manga larga en blusas o camisas. Pueden ser una señal de que quiere ocultar lesiones que se producen en el colegio. Y, más aún, si las lesiones se hacen frecuentes o si al detectarte una lesión, sus argumentos de cómo se produjeron son sorprendentes, algo está pasando. No sale de casa. Si sus amigos vienen a buscarlo y no quiere salir con ellos ni tampoco jugar, algo está pasando. Evitar salir de casa es una señal de que están pasando por un momento que los padres deben conocer y atender. Cambia de carácter. Era un chico o chica tranquila o, incluso, risueña, pero de pronto su carácter ha cambiado. Incluso, se le nota usualmente triste. “Ya no es el mismo de antes”, puede decirse. Si detecta esto, hable con su hijo o hija. Pérdida o aumento de apetito. La angustia emocional producto del maltrato, el coso e intimidación puede provocar que el niño o niña pierda el apetito o por el contrario lo exacerbe. Cuidado con Internet. En el caso de los adolescentes muchas veces la intimidación se da a través de las redes sociales, por esa razón es importante que le presten atención a su reacción cuando recibe un mensaje o cuando termina de navegar por Internet. Según la psicóloga Ariana García, la clave es tener comunicación permanente con sus hijos. “Los padres deben aprovechar los momentos que tienen con sus hijos, incluso si son pocos, para conversar con ellos, saber cómo les fue en el colegio, cómo van con sus amigos”. Esa relación de confianza y, claro, una autoestima sólida hará que un escenario de bullying sea detectado a tiempo. Si fuera así, hablar de inmediato con la tutora o psicóloga del colegio para tomar medidas radicales inmediatas.