El cardenal Pedro Barreto, desde Alemania, se refirió a la situación del fundador del Sodalicio de Vida Cristiana, Luis Fernando Figari, a quien volvió a calificar de "pervertido". La autoridad religiosa indicó que el proceso en su contra por casos de abuso físico, psicológico y sexual ha estado marcado por la "lentitud". "Yo he dicho públicamente en el Perú y lo repito aquí (...) el señor Luis Fernando Figari es un pervertido, no solamente un pervertido sexual, sino también de poder económico y también de una manipulación de la conciencia", declaró a la agencia DW. De acuerdo con Barreto, la Conferencia Episcopal Peruana, que agrupa a los obispos del país, ha respaldado la política de "tolerancia cero" ante casos de abuso al interior de la Iglesia católica, tal como ha planteado el papa Francisco. PUEDES VER Papa Francisco destituye a sacerdote chileno investigado por abuso a menores A pesar de esa declaración, el Sumo Pontífice tuvo ayer una audiencia reservada en el Vaticano con José Antonio Eguren Anselmi, arzobispo de Piura y miembro de la cúpula sodálite a quien se acusa de encubrimiento. En declaraciones previas, Eguren ha negado dichos cargos. Como se recuerda, en febrero del año pasado el Vaticano decretó que Figari no vuelva más a Perú, ya que estaba "castigado" a una vida de oración y penitencia en un claustro de Roma. También se le prohibió tener contacto con medios de comunicación o con miembros de la comunidad sodálite. Por la vía civil, el Ministerio Público formalizó la denuncia contra Figari recién en agosto pasado. Los cargos de la acusación son secuestro, asociación ilícita para delinquir y lesiones psicológicas graves. En la denuncia se incluyen también a otros integrantes de la comunidad religiosa, entre ellos Jeffery Daniels, Daniel Murguía y Virgilio Levaggi.❧ La amazonía Barreto se encuentra en Berlín para presentar un informe sobre la situación de los derechos humanos de los pueblos indígenas de la Amazonía peruana. El religioso recordó que, durante su visita al país, el papa Francisco destacó la necesidad de proteger a las poblaciones nativas.