Las explotó en la selva. Líder de secta gnóstica Félix Manrique se aprovechó de la inestabilidad emocional de jóvenes estudiantes. Una de ellas era menor de edad cuando fue captada. Las forzó a trabajar para mantenerlo, pues se creía un elegido de Dios.,Antes de ser reclutadas por Félix Steven Manrique Gómez, Paola Vega y Maryori García estudiaban Confección y Arte en el instituto Eiger y la Universidad San Marcos, respectivamente. Deseaban sacar adelante a sus familias, pero al conocer a Manrique no solo abandonaron sus sueños sino que empezaron a trabajar para mantener al sujeto que se hacia llamar ‘Príncipe Gurdjieff’ . PUEDES VER Mamá de Félix Manrique: “Debí llevar a un tratamiento psiquiátrico a mi hijo” [VIDEO] “Vivía a sus expensas, sin poner un sol para el hogar. No trabajaba. A mi hermana la veía sufrir para llegar al mes con los gastos. Teníamos que prestarle para pagar la luz y el agua”, recuerda Marjorie Vega, hermana mayor de Paola, la segunda de cuatro hermanos, quien hace 9 días fue rescatada junto a su hija de diez años y otras tres menores de una vivienda rústica en medio de la selva en la provincia de Satipo, en la región Junín. Según sus familiares, Paola y Félix se conocieron en 2002 en un restaurante de la secta Haré Krishna de la avenida Wilson, cerca de su instituto. Atraída por la doctrina oriental, Paola comenzó a frecuentar el lugar en busca de paz pues había fallecido su abuela. “Ella falleció en sus brazos en el 97, y desde entonces se sintió culpable; no tenía paz y supongo que buscaba la manera de superarlo”, refiere. En una de esas visitas fue abordada por un muchacho de cabello ensortijado, mirada profunda y casi diez años más joven, quien se le presentó como un ser iluminado y poseedor de todas las respuestas. “Ahí lo conoció (a Félix) y desde entonces empezó a encerrarse en su mundo. Dejó de tenerme confianza, ya no me contaba sus cosas, ya no asistía a las reuniones familiares”. Desde entonces Paola mantuvo una relación de dependencia con Félix Manrique, quien se aprovechaba de ella para vivir sin trabajar. “Estuvo mes y medio viviendo con nosotros pero lo sacamos a la fuerza porque además de no trabajar, le había hecho sacar un préstamo de mil soles a mi madrina, los cuales nunca pagó”, recuerda Marjorie. Fruto de esa relación, en 2008 tuvieron una hija, la mayor de las cuatro menores rescatadas por la Policía. La última vez que la familia de Paola supo de ella fue a principios de enero de 2017, cuando le dijo a su hermana que se iría de la casa a vivir con Félix a provincia. Las prefiere jóvenes Y mientras convivía con Paola en la casa de sus padres, en La Molina, Félix había iniciado otra relación. La elegida esta vez era Maryori García, una adolescente de 17 años, estudiante de Arte en San Marcos, a quien conoció durante un curso de relajación y meditación en una conocida asociación filosófica con sede en San Miguel. “Quizás mi hija se sentía sola por los problemas que había en casa y por eso se fue con ese hombre. Si me hubiese dado cuenta de cómo se sentía no habría dejado que esto pase”, cuenta con amargura doña Olinda Valverde, madre de Maryori. De acuerdo con sus familiares, Maryori conoció a Manrique en el 2006 y comenzaron a salir por un par de años hasta que, sin razón aparente, decidió dejar sus estudios e iniciar la carrera de Administración Bancaria en un instituto en Lima Norte, el cual le sirvió para conseguir trabajo como cajera en una financiera. A mediados de 2009, Maryori quedó embarazada y decide contraer matrimonio con Félix pese a la oposición de su madre y toda su familia. “Le dije que no se case porque no conocíamos a Félix ni a sus padres, pero ella insistió y lo hizo. Poco después se fue a vivir a la casa de él en La Molina, donde estaba la otra joven (Paola) con quien también tenía una hija”. Cuando los padres de Paola se enteraron de que se habían casado y tenían tres hijos, los echaron. “A los 15 días que ella estuvo allá, regresó y me dijo que no se acostumbraba”, recuerda doña Olinda. Nueve meses de prisión para Félix Manrique - El Juzgado Penal de Turno Permanente de la Corte Superior de Lima dictó 9 meses de prisión preventiva contra Félix Steven Manrique Gómez, el falso gurú que se hacía llamar ‘Príncipe Gurdjieff’. Fue acusado del delito contra la libertad en la modalidad de trata de personas agravada con fines de explotación, en agravio de cinco menores. Durante la audiencia, el líder de la secta gnóstica fue acusado de captar a una joven española y a cinco mujeres peruanas, con fines de explotación y de haber mantenido en un alto grado de desnutrición, pediculosis y falta de atención médica a sus cinco hijos menores de edad en la selva de Satipo. Como se recuerda, tres de las cinco jóvenes, entre ellas la ciudadana española Patricia Aguilar, fueron rescatadas el pasado 6 de julio de una chacra del distrito de San Martín de Pangoa, en la región Junín.