Preocupante. Según colectivo Paremos el Acoso Callejero, hostigamientos a tan corta edad producen temor y víctimas ya no quieren salir. Expertos señalan como causa al machismo. ,Con su uniforme escolar, María sale de casa rumbo al colegio. Va contenta porque hoy tiene actuación. Sube a una combi y, de pronto, a pesar que hay suficiente espacio, un sujeto se acerca demasiado hasta rozarle la falda. María tiene 10 años. Su cuerpo se paraliza y no dice nada. Según el colectivo Paremos el Acoso Callejero, esa es la edad promedio en que las niñas comienzan a ser víctimas de acoso sexual callejero y continúa hasta la adultez, de acuerdo con denuncias reportadas. Es así que 7 de cada 10 mujeres de 18 a 29 años han sido víctimas de acoso alguna vez en su vida. PUEDES VER Piura: protestan por posible retorno de docente acusado de acoso sexual El acoso sexual callejero abarca tocamientos, lenguaje sexual agresivo, masturbación pública, entre otros. "Son pequeñas que comienzan a desenvolverse solas en espacios públicos; sin embargo, experiencias negativas como estas las marcan y atemorizan. Las hacen sentir mal y ya no quieren salir. Estas niñas pierden su libertad", señala Trixsi Vargas, especialista en sexualidad de Apropo. El acoso callejero tiene como raíz el machismo. Según la especialista, los hombres que acosan consideran que la mujer es un objeto sexual y se les puede lanzar comentarios incómodos. "Ese machismo los hace sentirse seguros de sí mismos cuando agreden". "Este comportamiento del macho se justifica echándole la culpa a la mujer, quien sería la que provoca al hombre por vestirse con ropa ceñida. Inclusive, se atreven a afirmar que les gusta", indica. Gary Rivera, psicólogo de Apropo, sostiene por su parte que las consecuencias del acoso callejero en niñas de corta edad afectan el autoestima, desarrollan sentimientos de frustración, vulnerabilidad y si es continuo puede generar cuadros de depresión. "El acoso callejero es un problema real que afecta a las mujeres". Según explica, el acoso callejero así como el acoso laboral y cibernético son comportamientos que están "normalizados" en nuestra sociedad. En ese sentido, destaca la importancia de que se cuente con una educación en igualdad de género que fomente el respeto a la mujer. "Se habló de un proyecto de ley contra el acoso callejero, pero lamentablemente su aplicación no se ha dado". Señala finalmente que el acoso callejero debe entenderse como un tipo de violencia psicológica que debe ser atendido en las comisarías.