Uno de los mitos más frecuentes sobre las vacunas es aquel que afirma que “pueden causar autismo”. Sin embargo, esto ha sido frecuentemente desmentido por la Organización Mundial de la Salud (OMS), por estudios médicos y por la comunidad científica en general.
A pesar de eso, todavía existen algunos profesionales de la salud que afirman o insinúan una relación entre las vacunas y el trastorno del espectro autista (TEA). Ese fue el caso de la pediatra española Isabel Bellostas. La doctora, natural de España, escribió una entrada en el blog Joseppamies en el que se dirigía a los padres de niños diagnosticados con TEA.
En resumen, recomienda ‘tratamientos alternativos’ como “San Tomatis” y la osteopatía cuyos resultados no sustenta con ningún estudio científico. Además, menciona que “nunca hay que volver a vacunar a un niño con autismo”. El artículo fue publicado en julio del 2018.
Tras leer el texto, la Confederación Autismo España denunció a la doctora ante el Colegio de Médicos de Madrid, por exponer tesis, tratamientos e intervenciones “contrarios a la evidencia científica” existente sobre el TEA. La organización expuso que la pediatra estaba vulnerando la ética médica, ya que había propagado “conceptos infundados” y dado “falsas esperanzas” a los padres de pacientes con trastorno del espectro autista.
La doctora Isabel Bellostas ha sido suspendida durante 364 días. Captura: YouTube.
Este viernes 21 de julio, El País informó que el Colegio de Médicos de Madrid suspendió a la pediatra Isabel Bellostas durante 364 días por difundir información falsa sobre el espectro autista.
De esta manera, el fallo del Colegio de Médicos madrileño contribuye a desmentir el mito de la supuesta relación entre la vacunación y el TEA.
Para explicar por qué las vacunas y el espectro autista no están relacionados consultamos a un especialista. Además, exploramos sobre el origen de este mito.
En declaraciones para La República, el doctor Eduardo Verne, del Hospital Cayetano Heredia, descartó que exista alguna relación entre el TEA y la vacunación. “Eso ya ha sido demostrado en una serie de estudios a los largo del tiempo, en diferentes países, y también a través de un comunicado de la OMS”, aseguró.
Uno de esos estudios es ‘Vacunación contra el sarampión, las paperas, la rubéola y el autismo : un estudio de cohorte a nivel nacional’. Fue realizado en Dinamarca, financiado por el Ministerio de Salud de ese país y publicado el 16 de abril de este año en Annals of Internal Medicine. Participaron más de 650 000 niños.
“El estudio apoya firmemente que la vacunación con MMR no aumenta el riesgo de autismo, no desencadena el autismo en niños susceptibles y no se asocia con la agrupación de casos de autismo después de la vacunación”, fue la conclusión a la que llegaron los investigadores.
De esta manera, se concluye que es falso que las vacunas causen el trastorno del espectro autista. Además, los pacientes diagnosticados con TEA pueden vacunarse con normalidad.
El rumor surge a partir del movimiento ‘antivacunas’ en Europa, según el doctor Verne. El ahora exmédico Andrew Jeremy Wakefield realizó un trabajo de investigación en el que intentaba vincular al espectro autista con la vacuna MMR (contra el sarampión, las paperas y la rubeola). Su trabajo fue publicado en 1998 en la reconocida revista médica The Lancet.
“Fue un estudio pequeño, no se pidió autorización a los niños para hacerlo, además la revista The Lancet afirmó que ese estudio nunca debió ser publicado”, afirmó Eduardo Verne. Efectivamente, la revista médica anunció, hace nueve años, que iba a retirar el cuestionado informe de sus archivos, cuando el Colegio General Médico británico (CGM) acusó a Andrew Wakefield de actuar de forma “deshonesta e irresponsable”, según recoge El Mundo en una nota publicada el 2 de febrero del 2010.
The Lancet se retractó en el 2010 del artículo escrito por Andrew Wakefield. Captura: CMAJ JAMC
Andrew Wakefield fue expulsado del Colegio General Médico por presentar un estudio con “elementos incorrectos” en el que, de acuerdo al diario citado, “sometió a los niños a pruebas innecesarias y de alto riesgo”. Esto fue considerado como el “mayor escándalo médico de la década”, ya que se identificaron conflictos de interés. El exdoctor se convirtió en un ferviente líder del movimiento ‘antivacunas’.
Ya en el primer año, antes de que se les coloque las vacunas, los niños “genéticamente predispuestos” al trastorno del espectro autista pueden mostrar los síntomas, de acuerdo al especialista del Cayetano Heredia.
El doctor Verne recomendó a los papás prestar especial atención cuando sus hijos “no juegan, hacen movimientos repetitivos y no se relacionan con otros niños” para que los lleven al pediatra y puedan descartar o diagnosticar el TEA.