Betssy Chávez Chino luce sonriente, tiene el rostro maquillado y el pelo suelto planchado. Parece dirigirse a un acontecimiento feliz, pero no es así. El martes 20 de junio, la expremier de la República fue detenida en su vivienda de Tacna. Un grupo de policías la conduce a un patrullero, pues hacen cumplir una orden judicial de 18 meses de prisión preventiva. En ese periodo, la Justicia deberá demostrar su participación en el intento de golpe de Estado junto con el expresidente Pedro Castillo Terrones, el 7 de diciembre del 2022.
Una avioneta de la Policía la condujo a Lima al día siguiente. En la capital, pasó por el juzgado para el control de identidad y luego a la carceleta judicial del Instituto Nacional Penitenciario (INPE), en el penal de Ancón II. Ahí pasó la noche. En la audiencia, pidió sea internada en el penal de mujeres de la Ciudad Heroica. El juez Juan Carlos Checkley le contestó que la decisión dependía del INPE.
Hasta antes del gobierno de Castillo era una desconocida no solo en Lima, sino también en su ciudad natal. Chávez declaró en su momento que su modelo a seguir fue su padre José Chávez Farfán. Este dirigente de ideales de izquierda guio los inicios de Ciudad Nueva, distrito que comenzó como asentamiento humano ocupado por familias migrantes, principalmente de Puno. Desde niña se inclinó por la política. Fue alcaldesa escolar en el colegio. En la Universidad Nacional Jorge Basadre Grohmann se convirtió en dirigente estudiantil. Ingresó a la carrera de Ciencias de la Comunicación, luego se cambió a Derecho.
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Proceso. Chávez acompañó a Castillo en el intento de golpe. Foto: difusión
Sus docentes la recuerdan como alguien con un criterio propio. “Destacaba, era participativa, formaba opinión propia y lo expresaba”, señala su profesor Luis Valdivia Salazar.
Otro de sus maestros, Eriberto Cabrera Ydme, no la visibiliza como estudiante brillante, pero sí en actividades políticas de los estudiantes.
A los 24 años de edad se postuló en Alianza para el Progreso como consejera regional. No tuvo éxito. Trabajó en el Congreso, en los despachos de los legisladores tacneños de ese entonces, Natalie Condori y Jorge Castro.
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En el 2020, postuló a las elecciones complementarias por Perú Libre sin éxito alguno. En ese entonces, defendía ante la prensa local los ideales de Vladimir Cerrón, fundador de Perú Libre, a pesar de los antecedentes de corrupción del líder perulibrista.
En esas apariciones públicas se mostraba amable, educada y cuando le hacían preguntas acuciosas respondía con otra interrogante a los periodistas. Por eso sorprende su metamorfosis conductual: no solo se ha referido a la prensa como sicaria, ayer su familia atacó a los periodistas, incluso soltando un perro rottweiler.
En las elecciones del 2021, de los más de 200.000 votantes hábiles en la región, Chávez obtuvo menos de 10.000 votos. Aun así, logró una curul gracias al 23,9% de votos de Perú Libre en Tacna.
En octubre del 2021, Pedro Castillo la designó ministra de Trabajo, desconcertando a su bancada, que no estaba enterada del diálogo entre ella y Castillo. En ese entonces, el ahora fallecido congresista y compañero de bancada, Fernando Herrera Mamani, se mostró asombrado por la designación.
“Trabajamos en equipo con la abogada Betssy en campaña. Ahora ella no rinde cuentas en las reuniones de bancada, solo lo hace con Castillo y no a los gremios a los que representa”, declaró Herrera en ese entonces.
En agosto de 2022, la abogada tacneña fue designada ministra de Cultura y en noviembre premier. Se convirtió en la persona de confianza de Castillo. Durante ese periodo saltaron varios nubarrones: presunto plagio de su tesis, vinculación con el detenido Rodolfo Orellana, líder de una organización criminal dedicada a la apropiación de predios. Ella se defendió y dijo que hacía sus prácticas profesionales y que nunca tuvo un vínculo laboral con Orellana. Le cuestionaron la contratación de los familiares de Abel Sotelo, un joven con quien se la vinculó sentimentalmente. Negó a Sotelo como pareja y no explicó los contratos de los hermanos de este en su despacho.
Investigan ataque a periodistas en las afueras de la casa de Betssy Chávez. Foto: difusión
Muchos analistas políticos definen a Chávez como una política de choque y nada conciliadora. La luz comenzó a apagarse el 7 de diciembre del 2022. Ese día, Castillo, con Chávez de premier, intentó dar un golpe de Estado. Luego vino su desafuero parlamentario y de ahí la prisión preventiva. “He de utilizar esta noble profesión recordando que el blasón que enarboló es la justicia”, dice la dedicatoria de Betssy Chávez en su tesis para su título profesional. Su emblema era la justicia, esa misma justicia que la ha llevado tras las rejas.
En Tacna, la población no la respaldaba. Aunque durante las protestas sociales, un sector de los manifestantes abogó por la liberación de Castillo, nunca se dijo nada de Chávez.
El Ministerio Público de Tacna abrió investigación preliminar a los familiares y a quienes resulten responsables por la agresión a los periodistas que cubrían la detención de la expremier en su vivienda de Tacna.