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Política

El hartazgo derrotó a Perú Libre, Fuerza Popular y Acción Popular

Perdedores. Los partidos que en las elecciones anteriores (generales y municipales) tuvieron alta votación, en la práctica, casi han desaparecido. El castigo en las urnas ha sido evidente.

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Perú Libre, Fuerza Popular y Acción Popular

Por: Juan Álvarez

Lima amaneció ayer con un nuevo alcalde y a nadie se le ha ocurrido cuestionar que Rafael López Aliaga, el candidato de Renovación Popular, ex Solidaridad Nacional, había resultado ganador en la jornada electoral del domingo 2 de octubre. También ha habido consenso en cuanto a quiénes habían sido los perdedores. Y no se aludía a Daniel Urresti, de Podemos Perú, sino a quienes en los sufragios anteriores habían recibido la preferencia de los ciudadanos: Perú Libre (2.724.752 votos válidos, el 18,92%) y Fuerza Popular (1.930.762 votos, un 13,40%) en la primera vuelta de las elecciones generales del 2021, y Acción Popular (Jorge Muñoz ganó con 1.844.288 votos, el 36,14%), en la anterior elección por la Alcaldía de Lima, el 2018.

¿Qué ha pasado con esa votación? “En Lima, las cifras de las votaciones dan cuenta del hartazgo hacia la política de la ciudadanía, de la casi nula posibilidad de elegir un candidato o candidata en el que se crea, sino de elegir el o la menos peor”, explica la analista política Ana María Vidal.

“López Aliaga —sigue diciendo— alcanzó solo el 26% o un poco más. Luego quedó un personaje como Urresti, que en la elección pasada no solo quedó segundo, sino que un sector de la izquierda lo apoyó. Todo por un discurso de luchar contra la derecha neoliberal, esa derecha supuestamente omnipresente”.

Otros analistas consultados coinciden en señalar que, con las decisiones de sus dirigentes y el ejercicio del poder (Perú Libre en el Ejecutivo y Fuerza Popular en el Legislativo), en ambos partidos se ha terminado dilapidando ese respaldo. Han tenido que ver en ello los líos internos en Perú Libre que terminaron con Vladimir Cerrón, el dueño del partido, exigiendo al presidente Pedro Castillo la renuncia a su militancia; el inevitable alejamiento de PL de un número considerable de congresistas para formar otras bancadas; y la incapacidad del mandatario de desarrollar un gobierno eficaz, articulado y libre de sospechas de corrupción.

En Fuerza Popular, partido que no ganó en ninguna región, el desgaste fue inevitable luego de que Keiko Fujimori decidiera aferrarse a la narrativa del supuesto fraude electoral, algo que en su campaña había prometido no hacer. Lo sufren los excongresistas Cecilia Chacón y Roy Ventura, derrotados en San Borja y San Juan de Lurigancho.

También tuvo que ver el rol que el fujimorismo ha jugado en el Congreso, donde se las ha arreglado para tener influencia en la Mesa Directiva y en las principales comisiones, como la de Constitución y la de Fiscalización. En la primera incluso planteó inicialmente restar autonomía a las autoridades electorales (JNE, ONPE y Reniec), y en la segunda ha conducido, y sacado provecho político, a la investigación a Castillo y su entorno.

Pese a ello, Perú Libre entró a la carrera por el municipio de Lima con Yuri Castro, quien habría obtenido solo el 1,5% de los votos. Probablemente, en Fuerza Popular decidieron no participar para evitar un desastre similar.

En la segunda vuelta del 2021, el voto capitalino fue mayoritario para Keiko Fujimori (65,68% en total) y menor para Pedro Castillo (34,32%). De esos votos tampoco quedó nada.

Yuri Castro postula a la alcaldía por el partido Perú Libre. Foto: composición Jazmín Ceras/La República/Andina

Acción poco popular

¿Y qué pasó con Acción Popular? Es posible que ya se haya olvidado, pero el 2018 fue elegido alcalde de Lima Jorge Muñoz, quien en abril de este año fue vacado por ocupar un cargo adicional al aceptar integrar el Directorio de Sedapal.

Según Ana María Vidal, la ciudadanía también se cansó de la inoperancia de la autoridad municipal que dejó a la capital del Perú en medio de una crisis que se agudizará aún más.

“En Lima no se vislumbra una gestión municipal con oferta de políticas públicas al servicios de la ciudad y de la ciudadanía —advierte—. Lamentablemente, tenemos es una oferta de oposición al Gobierno central; y este último tampoco se caracteriza por ofrecer políticas públicas para salir de la crisis. La única oferta por ahora es la de cuatro años más de enfrentamientos”.

Barbarán: “Yo no le llamaría fracaso”

“Yo no le llamaría fracaso. A Fuerza Popular se le ha augurado la desaparición varias veces. Tengo 28 años, y por mi parte hay fujimorismo por 40 años más”, afirmó la congresista fujimorista Rosangella Barbarán.

“En política no hay victorias ni derrotas permanentes... Perú Libre sufrió revés electoral por factores externos e internos”, dijo Vladimir Cerrón, de Perú Libre.

“Derrota de AP es responsabilidad de su seudodirigencia, que no hizo nada por el pueblo y han destrozado al partido”, acusó Yonhy Lescano.

Debilidades del sistema, debilidades propias

Enfoque por José A. Godoy, politólogo

¿Por qué a Fuerza Popular, Perú Libre y Acción Popular les ha ido tan mal en estas elecciones? Las razones son diversas: el fujimorismo tradicionalmente ha tenido una mala performance en comicios subnacionales, Perú Libre paga tanto el costo de ser partido de gobierno como su propia debilidad interna, y Acción Popular tiene en su contra sus divisiones internas, que incluso le impidieron presentar candidato a la alcaldía de Lima. Pero hay un elemento adicional en común: estos son comicios en los que prevalecen “coaliciones de independientes” ligadas a necesidades locales no percibidas por los partidos nacionales, lo que hace que, en general, su performance sea bastante baja. Por tanto, lo ocurrido con estas tres agrupaciones obedece tanto a una debilidad del sistema como a sus propios problemas a su interior.

Más que otros, Perú Libre sí fue derrotado

Enfoque por Paolo Sosa, investigador IEP

Para decir que alguien ha sido derrotado, primero tendríamos que ver una clara intención por ganar. No es el caso de Acción Popular o Fuerza Popular. En el primero, los líderes andan más preocupados en sus fricciones internas, y así no se puede competir. Algo similar pasa con el fujimorismo. Su participación ha sido paupérrima, pero no era prioridad. Esta vez retiraron a su candidato a Lima y apoyaron al hoy alcalde electo. Para un partido personalista y de interés en el nivel nacional, estos comicios fueron menos que un partido amistoso.

En Perú Libre, más allá de las tendencias previas sobre partidos de gobierno, el cerronismo sí anunciaba su interés en usar las elecciones regionales para demostrar que eran un partido con maquinaria. Se presentaron en muchas localidades e hicieron campaña, pero no lo lograron. Eso sí es una derrota.