La investigación del caso de Enma Benavides, jueza superior destituida y vinculada a un escándalo de narcotráfico, ha dado un giro significativo con la reactivación de la colaboración eficaz de un reo colombiano. Esta colaboración, previamente suspendida bajo circunstancias poco claras por el fiscal Uriel Terán Dianderas, podría aportar nuevas pruebas en el caso.
El reo, de nacionalidad colombiana, originalmente ofreció su colaboración en el caso a la fiscal Bersabeth Revilla Corrales. Su testimonio, proporcionado en el contexto de un acuerdo de colaboración eficaz, prometía arrojar luz sobre operaciones de narcotráfico, puesto que involucraba a altos funcionarios y organizaciones criminales que operaban entre Perú y Colombia. Sin embargo, tras el cambio de fiscal asignado al caso, su contribución fue abruptamente descartada.
El caso inicialmente cobró notoriedad tras la destitución de Patricia Benavides Vargas, hermana de Enma Benavides, quien ocupaba el cargo de exfiscal de la Nación, en un contexto de investigaciones cruzadas y acusaciones de corrupción y mal manejo. Uriel Terán, al tomar el cargo, decidió cesar la colaboración del informante colombiano, quien había sido arrestado en octubre de 2012 durante un intento de exportación de una tonelada de cocaína hacia Europa.
Este abrupto final para la colaboración ocurrió poco después de una reunión en el penal de Piedras Gordas II, y no se proporcionaron razones claras para tal decisión. Las especulaciones sobre las motivaciones de Terán aumentaron cuando Epicentro Tv informó sobre la extraña finalización de la colaboración, basada en un acta de una sola página que el propio fiscal levantó.
No fue hasta la intervención del actual fiscal del caso, Alcides Chinchay Castillo, que se descubrió la falta de rigor y la superficialidad de los procedimientos llevados a cabo por Terán. El 13 de mayo, Chinchay emitió una disposición que no solo cuestionaba la legalidad del acta anterior, sino que también reanudaba la colaboración eficaz del preso colombiano.
El informante, que había sido silenciado, fue finalmente escuchado de nuevo. Reveló que su colaboración inicial, que implicaba detalles de operaciones de narcotráfico y conexiones entre los involucrados, nunca fue procesada adecuadamente. Además, indicó que la representación legal que le fue proporcionada durante la gestión de Terán fue ineficaz, y que no se le informó adecuadamente sobre las acusaciones en su contra ni sobre el proceso de colaboración eficaz en sí.
Frente a esta situación, el fiscal Chinchay, además de decidir restaurar el proceso de colaboración, también anuló todas las disposiciones previas que denegaban los beneficios acordados al colaborador. Este paso significa una esperanza para la justicia en el caso específico de Enma Benavides, así como destaca la importancia de la transparencia y la integridad en el manejo de testimonios de colaboradores eficaces.
El fiscal Uriel Terán está siendo investigado bajo la sospecha de que interfirió en una investigación penal. Se cree que cometió irregularidades que podrían haber afectado el proceso contra la exjueza Enma Benavides, quien es hermana de Patricia Benavides y está acusada de liberar a individuos vinculados con el tráfico de drogas a cambio de sobornos. El Ministerio Público está llevando a cabo esta investigación.