Al inicio de la sesión del Pleno del Congreso en la que se debate el voto de confianza al gabinete ministerial, el presidente del Consejo de Ministros, Alberto Otárola, se refirió a la muerte de civiles y un policía producto de los enfrentamientos entre fuerzas del orden y manifestantes en Juliaca, distrito de San Román, Puno. Al respecto, el primer ministro indicó que el Gobierno de la presidenta Dina Boluarte “no es un régimen autoritario”.
“No somos un régimen autoritario ni nos oponemos a la legítima protesta, pero tenemos como Estado la obligación de salvaguardar la seguridad de la mayoría de los peruanos, actuando en consecuencia. Y lo vamos a seguir haciendo, porque unos pocos no van a colocar contra la pared a la gran mayoría nacional, y menos valiéndose de métodos violentistas. Tengan la seguridad de que aplicaremos toda la fuerza de la ley para evitarlo. Este Gobierno no va a ceder al chantaje de la violencia”, dijo Otárola en el hemiciclo.
Sobre los fallecidos y heridos en Puno, el primer ministro aseveró que “esta nueva asonada no debilita al Gobierno”: “Es una prueba más que sabremos superar en aras del objetivo superior de defender la democracia, el derecho a la paz de la mayoría de los peruanos y el principio de autoridad”.
“Respaldamos totalmente a nuestras fuerzas policiales que están a cargo del control del orden público durante el estado de emergencia, con el apoyo de las Fuerzas Armadas, y declaramos que el Gobierno sigue sólido, enfocado en su plan de acción política para pacificar el país, realizar la transferencia del poder vía elecciones generales y reactivar la economía nacional”, apuntó.
En su discurso, el jefe del gabinete ministerial, Alberto Otárola, comunicó que el Consejo de Ministros acordó declarar la inmovilización social obligatoria en Puno por tres días desde las 8.00 p. m. hasta las 4.00 a. m. La medida será oficializada con la publicación de un decreto supremo en El Peruano.
Otárola también anunció que este miércoles 11 de enero se declarará duelo nacional laborable en conmemoración de los fallecidos y “especialmente” de los miembros de las fuerzas del orden, quienes, considera, “están invisibilizados por la prensa y que han sufrido mucho esta coyuntura trágica”.